Casi 23 millones de niños de la UE se encuentran en riesgo de pobreza o de exclusión social, esta situación se deriva porque viven en sus hogares hay un alto riesgo de escases de ingresos o tienen posibilidades muy bajas de trabajo.
La pobreza infantil no es un problema exclusivo de países en vías de desarrollo, también afecta gravemente a naciones europeas, según afirma un informe especial del Tribunal de Cuentas Europeo el cual señala que en 2018 había 23 millones de niños en la Unión Europea (UE) en riesgo de pobreza o exclusión social, es decir casi uno de cada cuatro niños.
“La pobreza infantil sigue siendo un problema grave en la UE que no conduce a una sociedad sostenible, inclusiva y justa. Desafortunadamente, es probable que la pobreza infantil se vuelva aún más prevalente como consecuencia de la actual crisis del COVID-19”, sostuvo Tony Murphy, miembro del Tribunal de Cuentas Europeo responsable del informe.
Ante esta situación, Murphy resaltó la importancia de que las futuras iniciativas de financiación y política de la UE para abordar la pobreza infantil se basen en información fiable para garantizar un impacto positivo en el nivel de pobreza infantil en los países del bloque.
Según el informe del Tribunal de Cuentas Europeo, resulta casi imposible evaluar cómo contribuye la UE al esfuerzo de los Estados miembros por reducir la pobreza infantil. Los instrumentos de la UE no son jurídicamente vinculantes, por lo que su fuerza y pertinencia son limitadas, mientras que otros mecanismos más precisos rara vez abordan la pobreza infantil de manera específica. Por tanto, según los auditores, es difícil determinar si la acción de la UE contribuye eficazmente a los esfuerzos por atender este importante problema.
El informe destaca que en la UE la lucha contra la pobreza infantil está en manos de cada Estado miembro y que el papel de la Comisión Europea es complementar y apoyar las acciones de cada nacionales a través de instrumentos legales y financieros.
Cabe señalar que los datos más recientes de Eurostat indican que casi 23 millones de niños (menores de 18 años) del bloque europeo se encuentran en riesgo de pobreza o de exclusión social, lo que significa que viven en hogares que se encuentran en al menos una de estas tres situaciones: riesgo de pobreza de ingresos, privación material grave e intensidad de trabajo muy baja.
Para resolver la situación, el Tribunal de Cuentas recomienda a la Comisión Europea que “introduzca acciones y objetivos” contra la pobreza infantil en su plan de acción de derechos sociales.
De acuerdo con los hallazgos de la investigación las tasas más altas de pobreza infantil se encontraron en Rumania, Bulgaria, Grecia e Italia, países en los que se registró un porcentaje superior al 30 por ciento, mientras que los menores índices se observaron en Dinamarca y Países Bajos con 15.2 por ciento, Chequia con 13.2 por ciento y Eslovenia con 13.1 por ciento.
Los auditores encargados de esta investigación recomendaron que los países de la UE lleven a cabo diversas acciones que pueden contribuir a las futuras iniciativas impulsadas por la Comisión Europea como orientar y supervisar la inversión para combatir la pobreza infantil en el período de programación 2021-2027, y que se garantice que exista evidencia suficiente y fiable que sustente la próxima iniciativa política de la Garantía Infantil Europea.
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