De acuerdo con el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef, por sus siglas en inglés), tras la guerra en Ucrania, se ha interrumpido la educación de más de cinco millones de menores e hizo un llamado a la comunidad mundial para proteger y garantizar que la niñez no siga siendo afectada ni sufriendo retrasos.
Datos oficiales del Ministerio de Educación arrojan que dos mil 400 escuelas de Ucrania de todos los niveles han tenido daños por los bombardeos y conflictos armados que existen en la nación y los centros que pueden ser considerados seguros para impartir clases son menores al 60 por ciento.
Unicef recalcó que los 11 meses de guerra en Ucrania han agravado mucho más los dos años de aprendizaje perdido tras la pandemia de SARS-CoV-2 y aseguraron que el perder las escuelas y centros educativos, que son estructuras que brindan seguridad a los menores, podría tener consecuencias para toda la vida.
Afshan Khan, directora regional de Unicef para Europa y Asia Central, explicó que simplemente no es opción y “no hay botón de pausa”, para posponer la educación de los niños y niñas, que la comunidad mundial atienda otros temas y después vuelva para resolver temas educativos, pues se está arriesgando el “futuro de toda una generación”.
El organismo explicó que aunque se están llevando a cabo varias labores para atender la educación de los pequeños, y en ocasiones se ha conseguido que tengan acceso a clases en línea o virtuales y presenciales, los constantes bombardeos y fallas eléctricas hacen insostenible que los niños tengan clases virtuales.
Por otro lado, para los menores que lograron salir del país y se encuentran como refugiados en algún país, la situación no es mejor, pues datos de Unicef estiman que dos de cada tres menores víctimas de la guerra no están inscritos en el sistema educativo del país que los acogió.
La escasez de recursos educativos y el hecho de que al inicio de la guerra muchas familias optaran por el aprendizaje online, en lugar de ir a escuela locales, son algunos de los motivos que han dejado a niños refugiados sin educación. Por ello, Unicef llamó a la comunidad mundial a actuar ante el retraso y falta de educación de los niños ucranianos.
“Unicef reclama el fin de los ataques a las instalaciones educativas y otros bienes civiles, incluida la infraestructura energética de la que dependen los niños, niñas y sus familias”, destacó la organización y solicitó que en los países de acogida, se incluya a los menores en los sistemas educativos nacionales, en especial a los niños de kínder y primaria.
“Es importante que las autoridades pertinentes identifiquen y superen las barreras regulatorias y administrativas que dificultan el acceso de los niños y niñas a la educación formal en todos los niveles y aporten información clara y accesible a las familias de refugiados”, finalizó el organismo.
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