Suicidios, daño colateral del COVID-19

La depresión y la ansiedad se han incrementado como consecuencia del estado de emergencia en el mundo, mucha gente ha visto tan deteriorado su estado de salud mental que ha optado por el suicidio.



Aumentan suicidios


A pesar de no estar infectadas de coronavirus mucha gente en el mundo también han visto afectada su salud por este virus debido a que el cambio drástico de vida y el estado de emergencia en que se vive en la actualidad han ocasionado que vivan con mayor estrés, lo cual ha deteriorado de su salud mental a grado tal que algunas personas se han suicidado, afirmó António Guterres, secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Frente a esta situación que acecha a miles en todo el orbe, Guterres hizo un llamado a los gobiernos del planeta para “asumir compromisos ambiciosos a la hora de tratar enfermedades psicológicas, en el marco de un posible aumento de los suicidios y el abuso de drogas de ámbito mundial”.

Al presentar su informe de actuación sobre los efectos de la COVID-19 destacó que las personas en mayor riesgo de padecer ansiedad o depresión son los trabajadores sanitarios quienes están en la primera línea, las personas mayores, los adolescentes y los jóvenes, las personas con afecciones de salud mental preexistentes y las que están atrapadas en conflictos y crisis.

El secretario general de la ONU resaltó que derivado de la emergencia que ha causado la COVID-19, la gente tiene miedo de la infección, de morir y de perder a sus familiares, además de que debido a que muchas personas han perdido o corren el riesgo de perder sus medios de vida, han quedado socialmente aisladas y separadas de sus seres queridos y, en algunos países, han sufrido órdenes de confinamiento en el hogar que aplicaron de manera drástica, lo que ha influido en su estado de ánimo y salud mental.

En el informe de las Naciones Unidas se destaca la advertencia hecha por la Comisión sobre Salud Mental Mundial y Desarrollo Sostenible en el sentido de que “muchas personas que antes salían adelante ahora son menos capaces de hacerlo debido a los múltiples factores de estrés generados por la pandemia”.

Asimismo, Guterres destacó que se ha observado un incremento del consumo de alcohol, drogas, tabaco y los juegos de apuestas en línea, y como ejemplo, mencionó el caso de Canadá donde durante la pandemia aumentó 20 por ciento el consumo de alcohol entre la población de 15 a 49 años.

Por otra parte, la directora del Departamento de Salud Mental y Consumo de Sustancias de la Organización Mundial de la Salud, Dévora Kestel, dijo que durante las pasadas crisis económicas se observó un “incremento del número de personas con problemas de salud mental, dando lugar a mayores tasas de suicidio”.

Un costoso mal

Según los datos de la ONU, antes de la pandemia de COVID-19 la depresión y la ansiedad ya costaban a la economía mundial más de un billón de dólares al año.

Además, señala que la depresión afecta a 264 millones de personas en todo el mundo, que cerca de la mitad de todas las afecciones de salud mental comienzan a manifestarse a los 14 años y que el suicidio es la segunda causa de muerte en los jóvenes de 15 a 29 años.

“Al mismo tiempo, un gran número de personas han perdido o corren el riesgo de perder sus medios de vida, han quedado socialmente aisladas y separadas de sus seres queridos y, en algunos países, han sufrido órdenes de confinamiento en el hogar que aplicaron de manera drástica”.

 

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