La OMS comentó que para septiembre todos los países deben haber vacunado a un 10 por ciento de su población, mientras que para finales de año el porcentaje de ciudadanos vacunados debe de ser de 40 por ciento.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) indicó que aún falta invertir cerca de 17 mil millones de dólares para financiar la lucha contra la pandemia de COVID-19, dinero que no sólo se gastará en vacunas, sino que también en pruebas, equipos de protección, tratamientos, entre otras cosas.
Al respecto, diversos donadores aseguraron que aportarán 17 mil 700 millones de dólares en 2020-2021, destinados al Acelerador ACT, que facilita el acceso y distribución de las herramientas para la lucha contra el COVID-19 en los países de bajos recursos.
“Los países que no tienen acceso suficiente a esos productos (material de emergencia, test, oxígeno) tienen que enfrentar oleadas de hospitalizaciones y muertos. Algo que todavía se ha agravado más por las variantes del virus”, destacó Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS, e indicó que los países que han abierto sus empresas son los que han controlado el abastecimiento de esos recursos.
De acuerdo con datos de la ACT, de la que forma parte el sistema de distribución de vacunas Covax, hasta ayer, 6 de julio, se han inyectado 3 mil 250 millones de dosis de vacunas en 216 países y localidades; sin embargo, la aplicación se ha hecho de manera desigual.
En países con recursos altos se inyectan 84 vacunas por cada 100 ciudadanos, pero en naciones de bajos recursos apenas y se aplica una dosis contra el COVID-19 por cada 100 habitantes. En diversas ocasiones, la OMS ha llamado a los países económicamente privilegiados a no acaparar todas las dosis, pues es prioridad que primero se vacune a la población vulnerable en todo el mundo.
La OMS comentó que, para septiembre, todos los países deben haber vacunado a un 10 por ciento de su población, mientras que para finales de año el porcentaje de ciudadanos vacunados debe de ser de 40 por ciento.
Te puede interesar: Las cuatro variantes del COVID que más preocupan al sector salud