El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) aseguró que se le ha prohibido por más de tres años la educación a las niñas afganas y exigió a las autoridades que a las menores se les permita volver de inmediato a la escuela secundaria. Con una pandemia y luego de que los talibanes tomaran el poder, las niñas han sido afectadas.
“Es profundamente decepcionante saber que, una vez más, las autoridades de facto en Afganistán han impedido que las niñas asistan a la escuela secundaria”, comentó Catherine Russell, directora ejecutiva de Unicef, y destacó que esa decisión ha aplastado la esperanza de más de un millón de niñas en Afganistán.
Russell indicó que el prohibirles la educación a las niñas “marca otro sombrío hito en la constante erosión de los derechos de las niñas y las mujeres en todo el país” y es un hecho que está cobrando un gran y terrible precio en salud mental, bienestar general y a futuro para todas las niñas de ese país.
Mujeres en Afganistán, sin derechos vitales
El 15 de agosto de este año, se cumplen dos años desde que los talibanes tomaron Kabul, capital de Afganistán y con ello obtuvieron el control del país; aunque al inicio prometieron que las mujeres ejercerían sus derechos, dentro de los límites de la sharia (ley islámica), en donde se incluye trabajar y estudiar, ha ocurrido todo lo contrario.
Desde hace más de un año, se ha excluido a las mujeres de la vida pública, se eliminó su derecho a participar en la política; se limitó a las mujeres a su hogar, pues la mayoría de trabajos al exterior están restringidos y se prohibió que las niñas después de sexto grado fueran a la escuela. También se les prohibió mostrar su rostro y salir grandes distancias sin un hombre acompañándolas.
“Décadas de progresos en igualdad de género y derechos de las mujeres desaparecieron en unos pocos meses”, comentó Sima Bahous, directora ejecutiva de ONU Mujeres, y recalcó que el vivir de esa manera supone un acto de valentía invisible e inaudito para las millones de mujeres que han quedado sumidas en un país que viola sus derechos.
Ir a la escuela es luz, sin ella, las niñas de Afganistán están en oscuridad
Catherine Russell afirmó que las niñas y adolescentes, incluyendo a las que presentan alguna discapacidad, “tienen derecho a la educación” y el impedir que las menores aprendan y adquieran conocimientos tendrá consecuencias a largo plazo, para la economía, el sistema de salud del país, entre otros muchos aspectos.
“Hay un coro de voces de niñas en todo Afganistán que nos urge a encontrar soluciones prácticas para su educación”, comentó la vocera de Unicef y compartió que Maryam, alumna de sexto grado de primaria dijo a Unicef, que “ir a la escuela es la luz de la vida. Si no vamos a la escuela, nuestras vidas serán oscuras”.
Finalmente, Unicef pidio de manera urgente a las autoridades de facto que permitan que todas las niñas regresen a la escuelas de manera inmediata, pues se debe permitir que las niñas continúen desarrollándose y recibiendo educación, para proteger su salud y contribuir al futuro del país.
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