“La familia pequeña vive mejor” es un lema que durante muchos años se ha utilizado para promover el menor nacimiento de niños bajo el supuesto de que existe una sobrepoblación en el mundo, argumento insostenible ante la realidad que se viven en diversos países del orbe, y de manera dramática hoy padece Japón que está al borde de no poder funcionar como sociedad debido a la histórica baja en su tasa de natalidad.
De acuerdo a datos del Departamento de Asuntos Económicos y Sociales, Perspectivas de la Población Mundial (revisión de 2022) de Naciones. Unidas, la población nipona es de 123 millones 625 mil 072 personas, su porcentaje de población anciana es de 29.98 por ciento y su crecimiento anual es de -0.53 por ciento.
En el año 2010, Japón llegó a superar los 128 millones de habitantes, pero a partir de 2014 entró en un proceso de declive en el que se presentaron más muertes y menos nacimientos, además de que el envejecimiento de su población sigue incrementándose y actualmente el 29 por ciento de las personas tienen más de 65 años, en tanto que la población menor de 15 años está en un mínimo histórico del 11.7 por ciento.
En 2022, el número de bebés nacidos en Japón cayó por debajo de los 800 mil.
Ese mismo año, Elon Musk escribió un mensaje en Twitter que externaba lo grave de este problema.
Caída estrepitosa
Mientras en el decenio de 1970 los nacimientos anuales en Japón superaban los dos millones, en 2022 la cantidad se ubicó por debajo de los 800 mil.
Hoy en día la fecundidad en Japón es en promedio de 1.3 hijos por mujer, esta disminución se debe principalmente al acceso a los anticonceptivos, la priorización del trabajo sobre el matrimonio y el alto costo de la vida.
Muchos jóvenes japoneses están enfocados a estudiar e involucrarse en actividades profesionales que demandan gran tiempo y atención de su parte, lo que ha abonado su desinterés por casarse y por lo tanto a formar una familia.
En este país, casi el 98 por ciento de los nacimientos son dentro del matrimonio, por lo que los jóvenes al no interesarse por contraer nupcias tampoco se convierten en padres, lo que impacta negativamente al crecimiento de la población.
La publicación NHK menciona que, según una encuesta realizada a cinco mil 800 parejas casadas en 2021, mostró que querían tener más hijos de los que realmente terminaron planeando.
Además, señala que estadísticamente se espera que las mujeres japonesas tengan un promedio de 1.3 hijos a lo largo de su vida, mientras que necesitarían tener 2.1 para una población sostenible.
Al tomar en cuenta estos factores el primer ministro de Japón, Fumio Kishida, ha asegurado que la nación asiática está al borde de no poder funcionar como sociedad.
Frente a este grave riesgo, Fumio Kishida ha insistido en que se requiere centrar la atención en políticas relativas a los niños y la infancia como un tema que no puede esperar y que no puede ser pospuesto, para ello anunció a finales del año pasado que en abril se abrirá una Agencia para la Infancia y la Familia, además de otras acciones orientadas a apoyar a los padres para asegurar la sustentabilidad de esta nación.
El gobierno tiene planeado incrementar al doble el presupuesto destinado a la promoción de nacimientos, entre las medidas anunciadas destaca el apoyo financiero equivalente a 700 dólares para ayudar durante el embarazo, así como 600 dólares adicionales por el nacimiento de un hijo. Estos recursos se suman a los tres mil 100 dólares que reciben actualmente los nuevos padres.
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