El gobierno de México rechazó categóricamente las acusaciones por una supuesta participación de diplomáticos mexicanos en el atentado.
El gobierno de Venezuela solicitó a sus homólogos de México, Chile y Colombia aclarar si funcionarios de sus embajadas tuvieron alguna relación con el intento de fuga de uno de los presuntos responsables del atentado al presidente Nicolás Maduro el pasado 4 de agosto.
En rueda de prensa, Jorge Rodríguez, Ministro de Comunicaciones e Información en Venezuela, señaló que fueron capturados Henryberth Rivas Vivas, alias Morfeo, y otras dos personas por la explosión de dos drones muy cerca del mandatario venezolano.
En confesión posterior, uno de los hombres capturados dijo haber recibido instrucciones para contactar con la embajada chilena, quienes le ayudarían a trasladarse a Colombia con la mediación de las sedes diplomáticas de México y Colombia.
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Jorge Rodríguez declaró que hasta el momento van 28 personas detenidas por el caso, y exhortó a los gobiernos de Estados Unidos y Colombia a aprobar la extradición de quienes el gobierno venezolano señala como autores intelectuales, entre ellos el expresidente del Parlamento, Julio Borges, quien se encuentra exiliado en Colombia y quien ha calificado el atentado a Maduro como una “farsa”.
Por su parte, en un comunicado emitido por la Cancillería mexicana, el gobierno de México rechazó categóricamente las acusaciones por una supuesta participación de diplomáticos mexicanos en el atentado.
El comunicado resalta que el gobierno de México y su personal diplomático actúan siempre con pleno respeto al derecho internacional, y concluye: “México continuará realizando esfuerzos diplomáticos para contribuir a una solución pacífica, y definida por los propios venezolanos, a la grave crisis que enfrenta el país”.
