Dallas, 28 Abr (Notimex).- Los primeros 100 días de gobierno de Donald Trump han dejado claro a millones de inmigrantes indocumentados en Estados Unidos que su estancia en el país puede concluir en cualquier momento, lo que ha generado temor sobre su futuro y el de su familia.
La orden ejecutiva de Trump sobre inmigración emitida el 25 de enero alteró los criterios bajo los cuales habían operado los anteriores gobiernos y abrió la puerta para detener también a inmigrantes, cuyo único crimen es ser indocumentado.
Una reciente encuesta del Centro de Investigación Pew reveló que casi el 70 por ciento de los inmigrantes hispanos sin ciudadanía estadunidense teme ahora ser deportado en cualquier momento, incluidos muchos con residencia legal permanente.
Los arrestos de inmigrantes se incrementaron en 32.6 por ciento en las primeras semanas del gobierno de Trump, al sumar 21 mil 362 detenciones entre enero y marzo pasado, de acuerdo con datos del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).
El 25.4 por ciento de esos inmigrantes, unos cinco mil 441, fueron aprehendidos por agentes del ICE, a pesar de que no habían cometido ningún delito y carecían de antecedentes penales.
La administración Trump ha dejado claro que todo indocumentado en Estados Unidos está sujeto a deportación y esto se evidencia en las detenciones que han tocado a un conjunto de inmigrantes de lo más diverso.
Entre los detenidos y deportados se incluye a madres trabajadoras con hijos nacidos en Estados Unidos, a jóvenes “dreamers” que llegaron a este país siendo niños y que estaban “amparados” bajo el Programa de Acción Diferida para Llegados en la Infancia (DACA).
También han sido detenidos para su deportación veteranos que arriesgaron sus vidas en los conflictos de Irak y Afganistán, pequeños empresarios que crearon sus negocios en este país, activistas de inmigración e incluso personas homosexuales y transgénero.
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