En 2019, los desechos electrónicos generados en AL aproximadamente representaban un valor de 1,700 millones de dólares de materias primas secundarias, señala un análisis de la ONU.
Únicamente el tres por ciento de los desechos electrónicos que se generan en América Latina y el Caribe se recogen a través de conductos formales y se tratan de manera respetuosa con el medio ambiente, mientras que se desconoce qué se hace con el 97 por ciento restante y cuya recuperación podría suponer beneficios económicos por alrededor de mil 700 millones de dólares anuales, revela un estudio de la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial.
El análisis que se llevó a cabo en 13 países concluye que entre 2010 y 2019 el volumen de basura electrónica aumentó 49 por ciento, una cifra cercana a la media mundial; sin embargo, en esta región sólo se recogió y gestionó de forma segura el tres por ciento de esos materiales, un registro muy lejano al 17.4 por ciento del promedio mundial.
La investigación señala que en 2019 los 206 millones de ciudadanos que viven en los países de América Latina y el Caribe que fueron considerados para el estudio, generaron 1.3 megatoneladas de residuos electrónicos, de los cuales casi el 30 por ciento eran de plástico, destacó que este peso equivalente a una línea de 670 km de camiones de 40 toneladas completamente cargados. En 2010, esa cifra fue de 900 mil toneladas generadas por 185 millones de ciudadanos.
Asimismo, destaca que entre las sustancias peligrosas presentes en la basura electrónica se hallaron al menos dos mil 200 kilos de mercurio, 600 de cadmio, 4.4 millones de plomo, cuatro millones de retardantes de llama bromados y 5.6 megatoneladas de gases de efecto invernadero pertenecientes a refrigerantes.
“Los residuos electrónicos constituyen uno de los flujos de residuos físicos de más rápido crecimiento en el entorno mundial actual y son una amenaza para el desarrollo sostenible”, resalta el informe.
El análisis señala que la adecuada recolección de los desechos electrónicos podría representar una gran oportunidad económica toda vez que se encontró que a nivel regional en 2019 entre la basura se contenían siete mil kilos de oro, 310 de metales raros, 591 millones de kilos de hierro, 54 millones de cobre y 91millones de aluminio, lo que representa un valor total de aproximadamente mil 700 millones de dólares de materias primas secundarias.
El informe de la ONU propone a los países de América Latina y el Caribe algunas recomendaciones generales que podrían servir para gestionar mejor los desechos electrónicos, entre las que se encuentran:
• Prevenir más.
• Estar más sensibilizados.
• Recoger más.
• Tratar mejor, contaminar menos.
• Pagar adecuadamente.
• Trabajar de forma más segura.
• Formar más.
También destaca que para la aplicación de estas recomendaciones es necesario un enfoque global en el que participen todos los actores y partes interesadas de cada país. Además, considera necesario reforzar la cooperación transnacional a fin de reducir la carga de grandes inversiones y lograr el cambio necesario.
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