Miembros de la policía antimotines provistos de escudos dispersaron gas pimienta durante la llamada “Marcha de los abuelos”, que se dirigía este viernes a la Defensoría del Pueblo.
La manifestación de los abuelos fue convocada por la oposición venezolana. Los abuelitos, en su mayoría jubilados y pensionados, exigen al gobierno mejoras económicas, así como el bono de alimentación de los pensionados jubilados, además de rechazar la convocatoria a la Asamblea Constituyente con la que el presidente Nicolás Maduro busca reformar la Carta magna.
La marcha de los abuelos inició en la Plaza Brión de Chacaíto (este de Caracas) directo a la Defensoría del Pueblo (centro de la ciudad); sin embargo, se les impidió el paso por los puentes del río con contenedores gigantes que les impidieron cruzar de una parte a otra de la ciudad.
El enfrentamiento de la policía antimotines con los manifestantes de la tercera edad desencadenó un forcejeo entre manifestantes y policías. Algunos manifestantes exaltados insultaron a las fuerzas del orden, quienes les impedían el paso.
“¿Vas a golpear a tus papás? ¡Somos una pila de viejos!”, gritaron algunos a los policías, que dispersaron gas pimienta para alejar a la multitud.
La Policía Nacional Boliviana (PNB) y la Guardia Nacional Boliviana instalaron desde las 10:00 am un piquete en la Plaza Brión de Chacaíto con el único objetivo de impedir a los ancianos su movilización a la Defensoría del Pueblo.
Sin embargo, la PNB arremetió contra los manifestantes, arrojándoles gas pimienta para impedir su caminata con el pretexto de que los ancianos habrían atacado a los policías, según funcionarios. La mayoría de estos funcionarios, eran mujeres, quienes situaron una barrera en el lugar.
La “Marcha de los abuelos” se produce en el marco de una serie de protestas convocadas por la oposición contra el presidente Maduro y en las que exigen elecciones, la apertura de un canal humanitario y la liberación de los presos políticos.
Sin embargo, las manifestaciones opositoras iniciadas el pasado 1 de abril, con saldo de 38 muertos, no han logrado llegar al corazón de la capital, donde se ubican el palacio presidencial de Miraflores y las sedes de los poderes públicos.
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