Para los impulsores del retiro de la estatua de Colón, este es un “acto de justicia restauradora”, por lo que “empezamos un nuevo capítulo en nuestra historia en el que aprendemos de los errores del pasado para que no estemos condenados a repetirlos”.
El pasado sábado 10 de noviembre, la pequeña estatua de Cristóbal Colón que se encontraba en el Grand Park del centro de la ciudad californiana de Los Ángeles fue retirada por las autoridades norteamericanas como una forma de reescribir “un capítulo manchado de la historia que carga de falso romanticismo la expansión de los imperios europeos y las explotaciones de los recursos naturales y de los seres humanos”, así lo señaló Hilda Solís, exsecretaria de Comercio e integrante de la junta de gobierno de la ciudad.
El retiro de la estatua fue aprobado por el condado de Los Ángeles, bajo la iniciativa del Mitch O’Farrell, concejal de la ciudad, quien ha señalado que no debe celebrarse la memoria “de un genocida”. O’Farrell se ha caracterizado por su férrea oposición a todos los símbolos hispanos en California.
De acuerdo con los promotores del retiro de la estatua de Colón, este es un “acto de justicia restauradora”, por lo que “empezamos un nuevo capítulo en nuestra historia en el que aprendemos de los errores del pasado para que no estemos condenados a repetirlos”.
Al respecto Mitch O’Farrell dijo, refiriéndose a Cristóbal Colón que “sus actos contribuyeron al mayor genocidio jamás registrado. Su imagen no se tiene que celebrar en ninguna parte”.
O’Farrell, es miembro de la tribu Wyandotte de Oklahoma, y ha sido uno de los principales precursores para cancelar el Día de Colón y reemplazarlo por el Día de las Gentes Indígenas. Cabe señalar que el año pasado, en septiembre de 2017, el concejo municipal de Los Ángeles determinó que el segundo lunes de octubre esté dedicado a los indígenas “que perdieron la vida ante la llegada de las huestes españolas” en distintas partes de América.
Otro de los personajes históricos que han sido vituperados a partir de este movimiento revisionista del pasado español en Estados Unidos, es fray Junípero Serra, misionero y evangelizador de la Alta California en el siglo XVIII, quien fuera canonizado por el papa Francisco en septiembre de 2015.
Precisamente en el marco de la canonización de Junípero Sierra, las estatuas del fraile fueron vandalizadas, además en septiembre pasado, la Universidad de Stanford, cuyo campus está inspirado por las misiones españolas en California, aprobó retirar el nombre de Serra de calles y edificios del campus.
Referente a la escultura retirada el pasado fin de semana, era una pequeña efigie de Colón colocada en 1973 y fue un regalo para la ciudad parte de la comunidad de italianos en el sur de California.
Leyenda negra
La historia del descubrimiento de América y la conquista española no ha podido librarse de una persistente leyenda negra, que culpabiliza al entonces Imperio Español de provocar un genocidio entre los pobladores originales de la América precolombina.
Sin embargo, para el historiador español Miguel Arenas, estas versiones están cargadas de mentiras, y forman parte de las leyendas negras que se han creado en torno a estos acontecimientos históricos.
Si bien es cierto que durante el proceso del descubrimiento de América y la conquista de los grandes imperios prehispánicos, hubo abusos por parte de los colonizadores, también es verdad que se vivió un proceso de inculturación que sólo fue posible por la visión cristiana española, señaló el historiador.
A diferencia de la colonización anglosajona, donde el exterminio de los pueblos originarios sí está debidamente documentado; en el caso de la colonia hispana y las misiones impulsadas por frailes franciscanos, jesuitas y dominicos fomentó el mestizaje y la inculturación.
Por parte del historiador Julián Juderías, en su libro La leyenda negra. Estudios acerca de España en el extranjero, señala que la leyenda negra, “es un vocablo que evoca mentiras repetidas hasta la extenuación. Falacias que acaban convirtiéndose en una realidad tan falsa como una moneda de madera tras ser escritas en libros sin haber sido contrastadas”.
