Muchas veces los discursos de los políticos son más emocionales que racionales y están dirigidos por el resentimiento, por lo que están lejos de aportar soluciones a las necesidades reales de la sociedad.
En el marco de la contienda electoral, se corre el riesgo de que se distribuyan fácilmente noticias falsas que tienen la intención de distorsionar la realidad para favorecer a un partido político o desprestigiar a un candidato, este fenómeno conocido como posverdad se ha convertido en una herramienta que utilizan algunos para jugar sucio en la política, alertaron investigadores de la Facultad de Filosofía de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP).
Los académicos Roberto Casales García, Livia Bastos Andrade, Rubén Sánchez Muñoz y Daniel Reyes Cárdenas coincidieron que en México se necesita un diálogo constructivo entre todos los sectores de la sociedad para que el país pueda salir adelante y se den mejores condiciones de bienestar social para los ciudadanos.
Casales García, director de la Facultad de Filosofía, dijo que muchas veces los discursos de los políticos son más emocionales que racionales, por lo que indicó que deben ofrecer argumentos sólidos que correspondan a la realidad que se vive en el mundo y de manera particular en México.
Aseguró que desafortunadamente muchos políticos basan sus discursos en resentimientos con lo que no solamente le ponen el pie al otro para que no avance, sino que lo que “provocan es que México se tropiece, lo cual es un problema bastante grave para aspirar una mejor situación social como nación”.
Asimismo, consideró que uno de los graves problemas de México es que los representantes políticos atienden a los intereses de sus partidos políticos como cuando se presentan iniciativas en los órganos legislativos donde los diputados o senadores no las revisan y les basta sólo saber que si viene de su partido deben votar a favor de las mismas, lo que no sucede si el origen del documento proviene de otro partido, con esta actitud lo que demuestran es que “más que estar pensando en el bien común de la sociedad, están pensando en los beneficios para la postura oficial del partido en turno”.
Resaltó que una vez que son electos los candidatos a un cargo público, su obligación es la de velar por los intereses de la ciudadanía y no sólo por su interés particular; además de que debe darse una apertura al diálogo, ya que muchas veces no quieren escuchar o no saben escuchar lo que están proponiendo los de enfrente; “podemos observar un diálogo entre sordos, en donde todos hablan, se insultan o se están atacando, esto lo podemos observar en el canal del Congreso, y se debe a que no sabemos escuchar y no se está dispuesto a poner atención en lo que la otra persona quiere proponer, porque no le interesa a uno”, observó.
Por otra parte, Livia Bastos Andrade aseguró que a través del diálogo se establecen puentes y es fundamental para construir una mejor sociedad.
Asimismo, expresó que la gente debe terminar con los vicios que se han generado por toda la cantidad de información que reciben a través de las redes sociales y que muchas veces se trasmite sin ser revisada, leída con atención y sobre todo contrastarla con otras fuentes de información; por ello, es que se está dando la circulación de muchas noticias falsas.
Por lo tanto, indicó que es fundamental saber leer las noticias, no quedarse en los titulares, contrastar la información, consultar varias fuentes confiables y que la persona reconozca en determinado momento que se ha equivocado al compartir alguna información errónea.
En su turno, Daniel Reyes Cárdenas señaló que los ciudadanos no se dan el tiempo para revisar y analizar la plataforma política de los partidos políticos, lo que ha ocasionado que estos no se renueven ni repiensen en lo que están haciendo, por lo tanto tampoco hacen cosas para proponer algo diferente a la sociedad.
Indicó que por esta falta de renovación y replanteamiento en las propuestas de los partidos políticos, muchos países, incluido México, “se encuentran inmersos en una dictadura de los partidos, es decir, nos fijamos en los partidos por cierta preferencia, sin criticar sus plataformas políticas, sus propuestas y de las personas mismas de cómo pretenden trabajar para la sociedad, lo cual resulta un detrimento grave para la democracia en muchos niveles, cómo es el de perder la capacidad de analizar a las personas que proponen los partidos y el mismo partido en sí, para ejecutar un voto más razonable y recordar que la democracia no sólo es voto, sino también la voz de las personas, que los ciudadanos sean más participativos en la vida democrática de un país.
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