La Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB), ha integrado un comité especial para hacer frente al pecado de racismo en la sociedad americana e incluso al interior de la propia Iglesia, para unirse como sociedad y buscar soluciones.
En una declaración al anunciar que se conformaría el Comité especial, el Cardenal Di Nardo, de la Arquidiócesis de Houston-Galveston, y Presidente de la Conferencia de Obispos, recalcó que todos estamos hechos a imagen y semejanza de Dios, y que la misión de la Iglesia es dar testimonio de la dignidad intrínseca de cada persona, por lo que las marchas del KKK o grupos neonazis son indignantes y retan dicha dignidad.
Deseó que el trabajo de la Conferencia, sirva como un llamado a la conversión de aquellos que se esconden tras capuchas blancas y símbolos nazis.
El Comité fue iniciado por el Cardenal, será presidido por el Obispo George V. Murray SJ, de Youngstown, Ohio. Los recientes hechos de violencia ocurridos por tensiones raciales, como en Charlestonville, Virgina, “han puesto de manifiesto el grado en que el pecado de racismo sigue afligiendo a nuestra nación”, indicó que Cardenal Di Nardo.
Por su parte, el Obispo Murray SJ, señaló que está ansioso por poder trabajar con sus pares así como las comunidades para escuchar a quienes han sufrido a causa del racismo, “y juntos encontrar soluciones a esta epidemia de odio” que ha azotado al país por tanto tiempo.
Además señaló que mediante el ejemplo misericordioso de Jesús, “están llamados a ser un pueblo mejor que lo que hemos visto en los últimos meses y semanas.
El Comité se estableció por una recomendación en la que todo el Comité Ejecutivo de la Conferencia estuvo de acuerdo; se espera que reciba y aplique la Carta Pastoral sobre racismo cuya publicación, se prevé para el próximo año.
Aún cuando todavía no se designan a los demás integrantes de Comité especial, este no es un trabajo aislado, ya con anterioridad, se formó un grupo de trabajo relativo a la paz en nuestras comunidades, en el año 2016, a raíz de incidentes con armas de fuego en Baton Rouge, Dallas y Minneapolis. Además hace 40 años, en una Carta Pastoral los obispos subrayaron que el racismo es un pecado que divide la familia humana; borra la imagen de Dios entre los hermanos y viola la dignidad de quienes están llamados ser hijos de un mismo Padre.
Cabe mencionar que desde la encíclica de Pío XI, Mit brenennder Sorge, la Iglesi Católica condenó las doctrinas del nazismo, al señalar que “quien toma la raza, el pueblo o el Estado… para separarlo de la escala de valores… y los diviniza por un culto idolátrico, pervierte y falsifica el orden de cosas creado y establecido por Dios”, como señala el documento de la Pontificia Comisión “Iustitia et Pax”, “La Iglesia ante el Racismo, por una sociedad más fraterna”, de 1988, firmado por el Cardenal Roger Etchegaray.
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