Pocos viajes del Papa Francisco internacionales tienen una duración mayor a tres días, pero el presente viaje a Colombia fueron 5 días de estancia. En su cuarta jornada en suelo colombiano, visitó la ciudad de Medellín, y a causa de la lluvia, su traslado desde Bogotá se retrasó y ofreció disculpas a los fieles que le esperaban.
En su homilía el Santo Padre señaló que Jesús llama a sus discípulos a seguirlo, lo que los lleva delante de los pobres y necesitados, confrontado su estilo al de los fariseos que llevaban un cumplimiento rigorista de la ley, que nos libra de la pregunta sobre que es lo que le agrada a Dios, aferrándonos a una forma de vivir que nos hace sentir seguros. Por el contrario el discípulo es llamado a ir a lo esencial, renovarse e involucrarse.
Indicó que ir a lo esencial “no es romper con todo”, sino “ir a lo profundo a lo que cuenta, y tiene valor para la vida”, la relación con Dios no es un mero apego a diferentes normas. También señaló que Jesús <<zarandeaba>> a los fariseos para que salieran de su rigidez, y que nosotros mismos no debemos tener miedo a la renovación, la cual no debe darse por ser más puros sino para responder mejor al Señor, a considerar lo normativo frente al seguimiento de Jesús.
Además explicó que el involucrarse implica tener mayor arrojo al tener presente que muchos tiene hambre de Dios; que podemos ser quienes continuamente diga “prohibido el paso”, quien obstaculice el encuentro de los hermanos con Dios porque “la Iglesia no es nuestra es de Dios” y el prepara las bodas de Su Hijo invitando a todos, nosotros sólo somos sus servidores. El mismo Jesús nos pide “<<denles ustedes de comer>>”.
“He venido hasta aquí justamente para confirmarlos en la fe y en la esperanza del Evangelio: manténganse firmes y libres en Cristo, firmes y libres en Cristo, porque toda firmeza en Cristo nos da libertad, de modo que lo reflejen en todo lo que hagan.”
Posteriormente visitó el Hogar San José, donde apoyan a niños y adolescentes en dificultad, incluso uno de los testimonios de una de las pequeñas fue familiares suyos fuera asesinados y una de sus tías preocupada por su bien, la llevó a este albergue, en la que se encuentra muy contenta.
Así el Papa al tomar la palabra señaló que también “Jesús fue víctima del odio y la persecución”, por que tuvo que ir junto con sus familia. Señaló que “ver sufrir a los niños hace mal al alma porque los niños son los predilectos de Jesús”.
Recalcó que “Jesús no abandona a nadie que sufre, mucho menos a ustedes, niñas y niños, que son sus preferidos” y señaló que este hogar es un signo del amor de Dios hacia ellos, a través de aquellos que los cuidan y ayudan. Indicó que le agrada que los hogares lleven el nombre de San José, José Obrero y Belén porque significa “que están en buenas manos” ya que San José les protege.
Animó a los responsables a aprender del santo, que este los inspire y ayude; se comprometió a rezar por la comunidad del hogar y afirmó “el Papa los lleva en su corazón”.
“Conocer a Jesús es el mejor regalo que puede recibir cualquier persona”, dijo el Papa a los sacerdotes, religiosos y seminaristas, durante el encuentro que sostuvieron en el Coliseo de La Macarena en la ciudad de Medellín. Señaló que los jóvenes son inquietos por naturaleza y muchas veces su inquietud es engañada, “destruída por los sicarios de la droga”, y pidió que ore por su conversión.
No obstante cuando se siente parte de una comunidad se vuelve callejeros de la fe. Recalcó que pretextar que en medio de esta crisis hay pocas vocaciones de especial consagración, “son cuentos chinos”, porque Dios sigue llamando aún en medio de esta crisis. Que no existe nunca la situación perfecta, con nuestra fragilidad, pero Él cambia el curso de los acontecimientos. Jesús mismo vino en medio de una contradicción en la aceptación de una joven y en la obedicia de un hombre justo, quien no es vulnerable se hizo vulnerable para estar con nosotros.
Expresó que en la vocación se debe tener presente siempre la recta intención, no se puede albergar el deseo de subir de categoría o nutrirse de honores y mucho menos la torpeza del afán de lucro, por ello recordó la advertencia de Jesús, “no se puede servir a Dios y al dinero”, porque se agarra domina desde el corazón.
Indicó que cuando se manifiesta la mentira, el ocultamiento, la manipulación o abuso a los más débiles, en una comunidad sólo hay que esperar a que el Señor venga a cortarla. Pero no sólo corta, también poda para que demos fruto; Él está dispuesto a limpiarnos, pero siempre estamos inacabados.
Y dio tres consejos para permanecer en Jesús: tocar la humanidad de Cristo, contemplar la realidad con sus sentimientos y expresar su amor mediante gestos y actitudes; contemplar su divinidad, mediante el estudio porque “nadie ama lo que no conoce”, con la oración y el estudio de las escrituras, siendo “hombres mujeres reconciliados para reconciliar”, porque todos somos pecadores por lo que no hay que poner “cara de estampita”.
Finalmente, recomendó vivir en la alegría, “Dios no nos quiere sumidos en la tristeza”, más bien “nuestra alegría contagiosa tiene que ser el primer testimonio de la cercanía y del amor de Dios.”
comentarios@yoinfluyo.com