El estudio, publicado en la Revista Panamericana de Salud Pública, presenta la incidencia del cáncer en niños de 0 a 19 años en América Latina y el Caribe, incluyendo los patrones geográficos entre 2001 y 2010 y las tendencias a lo largo del tiempo para el periodo comprendido entre 1993 y 2012.
Los resultados de la investigación destacan que los niños de 0 a 14 años de América Latina y el Caribe tienen una mayor incidencia de linfoma en comparación con los datos mundiales.
Los científicos que participaron en el estudio indicaron que el exceso de linfoma puede explicarse por la mayor exposición de los niños pequeños a ciertos virus que están relacionados con el linfoma y que son comunes en América Latina y el Caribe, entre estos mencionaron el virus de Epstein-Barr, el herpesvirus del sarcoma de Kaposi y el virus linfotrópico T humano.
Según el estudio, América Latina y el Caribe tiene la incidencia media más alta de linfoma en el rango de edad de 0 a 14 años.
Por otra parte, se observó que en los niños menores de 15 años, los tipos de cáncer más frecuentes fueron la leucemia (49 nuevos casos por millón de niños al año), las neoplasias del sistema nervioso central (23 por millón) y el linfoma (17 por millón).
La leucemia es el tipo de cáncer más frecuente en la mayoría de las poblaciones. En los jóvenes de 15 a 19 años, la incidencia general de cáncer en América Latina y el Caribe (152 por millón) fue inferior al promedio mundial (191 por millón).
La incidencia también fue menor para varios grupos de cáncer, incluidos el linfoma (30 frente a 41 por millón) y las neoplasias del sistema nervioso central (14 frente a 26 por millón), mientras que la incidencia de leucemia y algunos otros grupos de cáncer fue similar a los datos mundiales.
En este rango de edad, el único grupo de cáncer cuya incidencia fue mayor en América Latina y el Caribe que la media mundial fue el grupo de otros tumores y tumores no especificados.
Cabe destacar que los investigadores observaron un aumento de las tasas globales de incidencia de cáncer del 1.0 por ciento anual durante el periodo 1993-2012 en niños menores de 20 años.
Este aumento indica una mejora en el acceso a la atención y el registro del cáncer, así como cambios en la exposición, a medida que los países prosiguen su desarrollo socioeconómico general. Los patrones observados proporcionan la base de referencia para evaluar el estado y la evolución de la incidencia del cáncer infantil en la región, señala el estudio.
Sin embargo, “se necesitan datos más oportunos y completos para comprender mejor estos patrones y apoyar el desarrollo de estrategias eficaces para el control del cáncer infantil”, dijo la científica de la Subdivisión de Vigilancia del Cáncer del Centro de Investigaciones sobre el Cáncer, Eva Steliarova-Foucher, y añadió que los resultados “exigen una vigilancia continua de las pautas y tendencias”.
El Centro de Investigaciones destacó que los resultados comunicados se basan en sólo el 16 por ciento de la población de 0 a 14 años y sólo el 10 por ciento de la población de 15 a 19 años de la región, por lo que se necesita una cobertura mucho mayor para mejorar la precisión y la utilidad de los datos recogidos.
A este respecto, indicó que se requiere un apoyo gubernamental extendido y sostenido al registro del cáncer para mejorar la cobertura de la población infantil y para proporcionar los datos comparables que se requieren para el control del cáncer infantil en América Latina y el Caribe, en beneficio de los pacientes actuales y futuros.
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