La Cepal destacó la urgencia de reforzar las políticas de empleo y asegurar a las mujeres participación en los sectores dinamizadores de la economía en condiciones de trabajo decente.
La crisis por la pandemia de COVID-19 impactó negativamente en la ocupación y en las condiciones laborales de las mujeres en América Latina y el Caribe, generando un retroceso de más de una década en los avances logrados en materia de participación laboral, dijo la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
De acuerdo al estudio “La autonomía económica de las mujeres en la recuperación sostenible y con igualdad”, realizado por la Cepal, habrá 23 millones de mujeres latinoamericanas más en la pobreza, con lo que la cifra subirá de 95 a 118 millones; la tasa de desocupación subió de 8.1 por ciento a 10.7 por ciento y la participación de mujeres en la economía bajó de 62.5 por ciento en 2019 a 57.2 por ciento en 2020.
En América Latina, se calcula, además, que la tasa de desocupación de las mujeres llegó al 12 por ciento en 2020, porcentaje que se eleva al 22.2 por ciento si se suma la misma tasa de participación laboral de las mujeres de 2019. En 2020, explica el estudio, se registró una contundente salida de mujeres de la fuerza laboral, quienes, por tener que atender la demandas de cuidados en sus hogares, no retomaron la búsqueda de empleo.
En tanto, el trabajo doméstico remunerado fue uno de los que más afectaciones tuvo por la pandemia de coronavirus, ya que en algunos países hasta el 46 por ciento de las trabajadoras perdieron el empleo y quedaron a la deriva sin posibilidad de hacer cualquier otro trabajo a distancia.
En total, este sector empleaba a un 11.1 por ciento de las mujeres ocupadas en la región. No obstante, en el segundo trimestre de 2020 los niveles de ocupación en el trabajo doméstico remunerado cayeron. En el caso de México, 33.2 por ciento de las mujeres que realizan trabajo doméstico remunerado perdió su empleo; en Chile, 46.3 por ciento; Costa Rica, 45.5 por ciento; Colombia, 44.4 por ciento y Paraguay con 15.5 por ciento.
Otro problema es la caída del Producto Interno Bruto (PIB) regional, en 2020 fue de -7.7 por ciento, y el impacto de la crisis en el empleo está afectando negativamente los ingresos de los hogares, plantea el informe presentado en conferencia de prensa por Alicia Bárcenas, secretaria ejecutiva de la Cepal.
La secretaria ejecutiva de la Cepal destacó la urgencia de reforzar las políticas de empleo y asegurar la participación de las mujeres en los sectores dinamizadores de la economía en condiciones de trabajo decente. Existe otro problema que las mujeres con menores ingresos enfrentan un doble obstáculo: falta de autonomía económica y brecha de acceso a internet, pues las mujeres no cuentan con herramientas ni la capacitación para trabajar a distancia, por lo que propuso conectar a 40 millones hogares y proporcionarles una canasta básica digital.
Bárcenas alentó a los gobiernos a priorizar en sus estrategias de vacunación al personal de salud, incluidas las personas que prestan servicios asociados de limpieza, transporte y cuidados, así como a quienes se desempeñan en los sistemas educativos y en el trabajo doméstico, en su mayoría mujeres, que “son un pilar fundamental para el cuidado y sostenibilidad de la vida”, indicó.
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