Estados Unidos sufrió una nueva masacre ahora en el estado de Texas, con saldo de al menos 26 personas muertas y varias heridas, en el ataque a Iglesia Bautista de la pequeña población de Southerland Springs, cuyos habitantes no superan los 360.
Poco antes del medio día, Devin Patrick Kelly, un ex soldado de 26 años de edad, comenzó a disparar indiscriminadamente afuera de la Iglesia, para después irrumpir al interior, donde continuó disparado con un rifle semiautomático, asesinando a 26 personas, cuyas edades oscilan entre los 5 y los 72 años, incluyendo a la propia hija del pastor local, de sólo 14 años.
Al intentar huir del templo, Kelly, quien iba vestido totalmente de negro y con chaleco antibalas, fue perseguido por un vecino armado y poco después fue hallado el agresor sin vida en su automóvil con varios impactos de arma de fuego, y no está claro como es que recibió los impactos ya que las versiones de prensa manejan incluso un suicidio pero es probable que haya sido acribillado por algún residente o por la propia policía. En el vehículo también fueron encontradas diferentes armas.
Devin Patrick Kelly, un adulto de raza blanca, había servido en la Fuerza Aérea de Estados Unidos y dado de baja por una Corte Marcial en el año 2014, por haber golpeado a su esposa e hijo.
La culpa no es de las armas: Trump
El Presidente Trump, de gira por Japón consideró que fue la salud mental del agresor, la razón por la que se perpetró el mortal ataque y no a causa de la gran disponibilidad de armas de alto poder en el mercado de EU, por el contrario el gobernador de Texas, Greg Abbot, señaló que este hecho abrirá de nueva cuenta, el debate sobre las limitaciones a la posesión de armas de fuego.
Por otro lado, y en franca confirmación de la opinión del P. Luis Montes IVE, misionero en Irak, que afirma que sucede un atentado en Occidentes y es noticia global, en tanto que si ocurre en Oriente, es una noticia de rango inferior, el mismo día militantes del Estado Islámico hicieron estallar un autobomba en un campo de refugiados de Dier Ezzor, dejando un saldo de cerca de 100 muertos.
La semana anterior las fuerzas del Ejército Sirio, pudieron recuperar, la estratégica ciudad que se encontraba bajo el control del Estado Islámico desde 2014, aunque aún se disputa las zonas de infraestructura petrolífera, en la provincia.
Con información de L´Osservatore Romano, El Comercio y La Nación.
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