Aunque la migración es un fenómeno con el que ha vivido el ser humano desde el inicio de los tiempos, durante las últimas décadas, las cuestiones económicas, sociales y de seguridad, convirtiendo a la frontera entre Estados Unidos y México en la más peligrosa y transitada del mundo, con millones de detenciones de migrantes cada año.
Entre las principales causas de la migración, se encuentran la violencia, la pobreza, la falta de oportunidades económicas y la inestabilidad política; por ejemplo, la profunda crisis en Venezuela ha llevado a muchos de sus ciudadanos a buscar mejores condiciones de vida en otros países; mientras que en naciones como El Salvador, la violencia de pandillas como la Mara Salvatrucha ha aterrorizado a miles.
No solo han aumentado las migraciones de personas en solitario, pues hoy es más común que nunca que miles de familias salgan de su país y decidan arriesgarse para poder tener mejores oportunidades, lo que ha expuesto los derechos infantiles de millones de niños, quienes son los más vulnerables en los peligrosos y extremos trayectos que enfrenta un migrante.
De acuerdo con datos de la Unidad de Política Migratoria, Registro e Identidad de Personas de la Secretaría de Gobierno, hasta agosto de 2024, 108 mil 444 infantes menores de edad habían sido identificados como migrantes en México, cifra que es 514 por ciento mayor a la cantidad que se registraba en 2018, lo que es sumamente alarmante.
Por su parte, Unicef informó que de enero a mayo de 2024, la migración de niños por la Selva del Darién, había aumentado un 40 por ciento. El Darién está entre Colombia y Panamá, consta de cinco mil kilómetros cuadrados; las temperaturas pueden llegar hasta los 35° y quienes cruzan pueden contraer dengue, malaria, ser atacados por animales, morir ahogados o ser violentados por delincuentes.
Sin embargo, la migración desbordada de centroamérica hacia norteamérica no solo se ha convertido en motivo de crisis humanitaria, también ha dado pie a una crisis política sin precedentes, con tensiones entre Estados Unidos, Canadá y México, nunca antes vistas, poniendo en juego tratados económicos, relaciones comerciales y el futuro de miles.
EU y México, con tensión sin precedentes
Y es que el la situación política respecto a la migración ha tomado un tono mucho más violento y de ataque durante los últimos meses, pero llegó a su punto máximo luego de que Donald Trump ganara las elecciones presidenciales de EUA, ya que ha venido haciendo una serie de señalamientos contra México, y lanzando amenazas como la de hacer la deportación más grande de la historia.
Con la que miles de familias serían afectadas, pues se calcula que cerca de 1.65 millones de hogares mexicanos reciben remesas, siendo Michoacán, Guanajuato, Jalisco, Estado de México y Puebla de las entidades más beneficiadas. Además, en 2022, se registró el ingreso de cerca de 62 mil 603 millones de dólares en remesas, 95.8 por ciento, provenientes de Estados Unidos.
Pero es que una deportación masiva no solo afectaría gravemente a México, sino que también a la sociedad y empresas estadounidenses, pues Raúl Guillermo Benítez Manaut, académico del Centro de Investigaciones sobre América del Norte, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) informó que les costaría miles de millones.
Benítez Manaut aseveró que una deportación masiva costaría hasta 80 mil millones de dólares a EUA sumado a los más de 60 mil millones que los mexicanos envían en remesas, daría fuertes pérdidas para la nación del norte; además, deportaciones a ciudadanos de Guatemala, El Salvador, Venezuela, Nigeria o China, serían mucho más costosas, por ser necesario el traslado en avión.
“El precio de los productos agrícolas, de las casas, de los cuartos de hotel, se elevarán; o bien, habrá escasez de mano de obra en muchas áreas”, comentó el experto y agregó que la decisión de Trump provocaría una inflación extrema en EUA, pues no es lo mismo pagar 18 dólares por un jardinero a ocho, y remarcó que la sociedad estadounidense, está acostumbrada a los beneficios de los migrantes.
Pero las cosas no se han detenido ahí, pues las propuestas descabelladas han continuado, amenazando a Canadá y México de implementar aranceles del 25 por ciento, propuesta que fue respondida por México con una contra amenaza de también implementar aranceles, sin importar poner en riesgo empresas en conjunto.
Y es que no solo la cuestión económica es lo más grave de las amenazas y acciones de Donald Trump, si no que también se ha puesto en riesgo los derechos humanos de millones de personas, entre ellos millones de niños, que están en un grave riesgo de ser separados de sus padres y sufrir vulneraciones a sus derechos muy graves, por la falta de humanidad del próximo gobernante.
En pleno 2025, cuando la humanidad ya vive miles de tragedias, los gobiernos deberían trabajar en soluciones integrales que no sólo aborden las causas estructurales de la migración, sino que también garanticen el respeto a los derechos humanos. La humanidad y la empatía deben prevalecer sobre el discurso de confrontación, recordando que detrás de cada número hay vidas que merecen ser protegidas.
¿Cómo puede México asumir un papel más justo y humano en la defensa de los derechos de los migrantes?
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