La pandemia, la caída de la actividad económica, las cancelaciones de servicios y las restricciones laborales han ocasionado una reducción en la carga de contendores en los puertos de América Latina y el Caribe.
El movimiento de carga en contenedores en los puertos de América Latina y el Caribe se mantuvo estático en 2019, registrándose un incremento de apenas 0.04 por ciento en comparación con el año anterior, de acuerdo con el informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) que incluye un análisis de 125 puertos y zonas portuarias de 36 países de la región.
La calma antes de la tormenta: comportamiento del movimiento de contenedores en los puertos de América Latina y el Caribe en 2019 y de los principales puertos durante los primeros meses de 2020 es el título del documento dado a conocer este lunes por la Cepal.
El análisis destaca que, en 2019, el volumen total del movimiento de contenedores a nivel mundial fue de 6.5 por ciento, lo que significó una ligera disminución en la variación con relación al año anterior cuando alcanzó el 7.1 por ciento.
Los diez países con mayor contribución al total del volumen de carga operado en el subcontinente según la carga de TEU (unidad equivalente a veinte pies, por sus siglas en inglés) movilizados fueron, de mayor a menor: Brasil, Panamá, México, Chile, Colombia, Perú, Ecuador, República Dominicana, Argentina y Jamaica.
En cuanto a los puertos con más movimiento en TEU fueron Colón/Cristóbal/Manzanillo (Caribe), Panamá; Santo, Brasil; Manzanillo, México; Bahía de Cartagena (todas las terminales), Colombia, y Balboa/Rodman (Pacífico) de Panamá.
Las mayores unidades en movimiento de contenedores corresponden a puertos en los que hay más de una unidad comercial y operativa. En cuanto a los que corresponden a un único operador, los cinco mayores operadores del 2019 de toda la región han sido: el puerto de Cartagena, Colombia, MIT, Panamá, SSA (Manzanillo), México, Balboa, Panamá y Kingston, Jamaica.
El informe de la Cepal destaca que durante 2019 los puertos mantuvieron sus tasas de movimiento estables con relación a 2018, pero en 2020 esta actividad todavía tendrá que ser revisada pues por la pandemia, el mundo ha sido y sigue siendo testigo de un cambio drástico en la vida cotidiana, que también ha causado un gran impacto en los negocios, el comercio y la navegación.
Por otra parte, observa que con el surgimiento del COVID-19 cambiaron todas las expectativas económicas y comerciales para 2020. Mencionó que en el último trimestre de 2019 se tenía una previsión de crecimiento de 3.6 por ciento del comercio de contenedores en todo el mundo, la cual disminuyó al 2.5 por ciento en enero de 2020, y se redujo a -4.9 por ciento en abril, para bajar aún más en mayo en que nuevas proyecciones reducían las expectativas a -9.0 por ciento, la última cifra publicada, mencionó la Cepal, corresponde a junio con una caída de -8.6 por ciento.
Estos resultados negativos se deben no sólo a la pandemia, sino también a otros factores como la caída de la actividad económica, el continuo aumento de las cancelaciones de servicios y las restricciones laborales.
El estudio subraya que con el fin de frenar la propagación de COVID-19 varios países han aplicado medidas restrictivas en puertos y muelles. En un principio, algunos puertos asiáticos adoptaron medidas dirigidas a las operaciones de transporte marítimo con la ciudad de Wuhan. Sin embargo, tras la rápida escalada de la pandemia, las restricciones se han ido ampliando gradualmente en cuanto a su cobertura y alcance geográficos.
Asimismo, señala que cada vez son más rigurosas las inspecciones, además de que la articulación entre las organizaciones portuarias y marítimas con las autoridades sanitarias nacionales son más estrechas y cuentan con procedimientos específicos de control y cuarentena para los buques cuyos anteriores puertos de escala se encuentran en países que registran el mayor número de casos de COVID-19.
En cuanto a las operaciones no esenciales han sido limitadas y, en la mayoría de los países, se han adoptado medidas severas respecto de los buques de crucero, a algunos de los cuales se les ha negado el atraque en los puertos y han quedado parados en el mar.
La Cepal destacó que el funcionamiento de los puertos es de vital importancia para hacer frente a la crisis del COVID-19, toda vez que garantizan que los suministros médicos, los alimentos, el combustible y las materias primas del mundo, así como los productos manufacturados y los componentes vitales para la preservación del empleo, sigan llegando a sus destinos previstos.
El informe menciona que las operaciones portuarias, la gobernanza portuaria y la comunicación son vitales para el buen funcionamiento de los puertos, así como de su personal, y hace un reconocimiento al trabajo de las tripulaciones de embarcaciones nacionales y extranjeras, personal de navieras, agentes marítimos, armadores, pilotos prácticos, capitanes, motoristas, inspectores, oficiales y talento humano de las diferentes instalaciones portuarias, ya que desde el inicio de la pandemia han trabajado sin descanso, permitiendo que los países cuenten con los suministros, alimentos, recursos y materia prima necesaria durante la fase del aislamiento.
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