Con el arribo de Joe Biden a la presidencia de EU, se espera que ese país ejerza más presión formal hacia México en los temas laboral, de medio ambiente e inversión a fin de garantizar el cumplimiento del T-MEC.
La mirada del mundo ha estado fija en el proceso electoral de la Unión Americana y una vez que Joe Biden se ha convertido en el virtual 46 presidente de Estados Unidos y el Congreso norteamericano se ha renovado, un nuevo panorama se configura no sólo para los estadounidenses, sino también para el resto del mundo.
Todo lo que ha sucedido antes, durante y después de las elecciones cuenta en el nuevo entramado político, social y económico, por lo que resulta fundamental observarlo.
De acuerdo a un análisis del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), existen tres elementos que pueden observarse en un primer momento: el mínimo margen de victoria, una sociedad polarizada y la posible tendencia a la izquierda del nuevo gobierno.
En lo que respecta al mínimo margen de victoria, el análisis señala que este representa un entorno retador para los demócratas. El pequeño margen en las victorias de la presidencia y el Congreso evidencia que fue una elección mucho más competida de lo que en encuestas y analistas anticipaban. Ambos partidos esperaban una victoria contundente.
Esta elección demuestra que Trump y su base electoral continúan teniendo gran fuerza (Trump tuvo más votos que en 2016) y seguirán impulsando sus intereses durante una posible presidencia de Biden.
En lo que respecta a una sociedad polarizada, considera que los resultados reflejan grandes divisiones en el electorado, por lo que un reto prioritario para el próximo gobierno será unificar a todos los estadounidenses y atender las evidentes problemáticas sociales.
Los enfrentamientos entre grupos sociales como Black Lives Matter y Antifa con el movimiento Trumpista, que no desaparece con la derrota electoral, seguirán siendo relevantes durante el próximo gobierno, resalta el informe del CCE.
Y en lo que respecta a una posible tendencia hacia la izquierda, el análisis observa que en las elecciones primarias del Partido Demócrata se evidenció el amplio apoyo que tiene el ala izquierda representada por Bernie Sanders y Elizabeth Warren. En este sentido, Biden tendrá incentivos para implementar una agenda más progresista en temas de impuestos, ambientales o migratorios, pero una mayoría republicana en el Senado podría impedírselo. Sin dejar de considerar que EU en general se mueve más en el Centro-Derecha.
El sábado 7 de noviembre una vez que trascendió que Biden había rebasado la mayoría de los congresos electorales, en una celebración de los demócratas el septuagenario candidato y virtual presidente emitió un mensaje en el que hizo un llamado a la unidad de los estadounidenses a quienes pidió dejar atrás las divisiones ahora que la campaña había terminado.
Asimismo, reafirmó los cuatro ejes prioritarios que darán forma a su administración y que son, en primer lugar, combatir el COVID-19; en segundo término, actuar en contra de la recesión económica; en tercer lugar, trabajar en torno a la justicia racial, y en cuarto lugar, combatir el cambio climático.
Por otra parte, el análisis del CCE destaca que se espera que Joe Biden tenga en su gabinete a progresistas e incluso algunos republicanos para encontrar un balance en su administración.
Implicaciones para México
En una breve mirada de lo que México puede esperar en su agenda bilateral comercial, el CCE prevé que haya una relación más institucional entre México y EU que brinde mayor certidumbre, pero también que se ejerza más presión formal en los frentes laboral, medio ambiente e inversión a fin de garantizar el cumplimiento del T-MEC y dar certidumbre jurídica a las inversiones.
Con respecto al T-MEC, el análisis del organismo empresarial considera que es poco probable que la nueva presidencia tenga un impacto negativo. Sin embargo, en el tema laboral señala que Biden está en deuda con los sindicatos de su país después del respaldo que le brindaron durante su campaña y la elección. Esto hará que el monitoreo en la implementación de la Reforma Laboral mexicana sea una de sus prioridades.
En lo que corresponde al medio ambiente, Biden anunció que contaba con un ambicioso plan en el que privilegiaría el uso de energías renovables, lo que contrasta con lo emprendido por el gobierno mexicano, el cual durante esta administración ha redoblado la política energética priorizando los combustibles fósiles y dando poca prioridad al medio ambiente en algunos de sus proyectos y políticas.
Un tema que merece ser observado en México es el de la inversión que ha sufrido varios escollos también en lo que va de este gobierno.
El análisis recuerda que en nuestro país se han dado medidas controversiales que han impactado el ambiente de inversión en diferentes sectores económicos (energía, alimentos y bebidas, farma, entre otros). Adicionalmente, se han realizado cambios legales y regulatorios que presentan retos importantes para muchas empresas, por lo que se espera que el nuevo gobierno estará muy pendiente a este respecto.
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