Importantes organizaciones de rabinos en Estados Unidos anunciaron que boicotearán una conferencia telefónica con el presidente, que marca cada año el inicio de las fiestas judías, acusando a Donald Trump de “incitar a las voces del odio” en sus declaraciones tras una reciente protesta neonazi.
Barack Obama hablaba con los rabinos antes de Rosh Hashaná (año nuevo judío) y Yom Kipur (Día de la Expiación, perdón y del arrepentimiento de corazón), en lo que se consideraba una tradición no partidista.
En una entrevista con CNN la rabina Elyse Wechterman, directora ejecutiva de la Asociación Rabínica Reconstruccionista, dijo que este año la llamada no se haría por “un tema de liderazgo moral”.
Apenas el 17 de agosto el rabino de Ivanka Trump criticó a Donald Trump por culpar a “ambas partes” por hechos violentos en un mitin de nacionalistas blancos en Charlottesville, Virginia.
Haskel Lookstein, quien supervisó la conversión de Ivanka Trump al judaísmo, de la Congregación Kehilath Jeshurun, y otros rabinos de esa sinagoga de Manhattan, publicaron en Facebook que están “profundamente preocupados por la comparación moral y ambigüedad” de la reacción de Trump.
Por su parte, la Coalición Judía Republicana, que ha respaldado a Trump en controversias anteriores, lo exhortó a que “brinde mayor claridad moral en el rechazo al racismo, la intolerancia y el antisemitismo”. Entre los integrantes de la junta directiva de la coalición está Sheldon Adelson, un magnate de casinos en Las Vegas y donante republicano, que respaldó a Trump.
El Consejo Rabínico de Estados Unidos, el cual forma parte del moderno movimiento ortodoxo, afirmó en un comunicado en el que nombró específicamente a Trump que “el no rechazar inequívocamente el odio y los prejuicios es una falla en el liderazgo moral y azuza las llamas de la intolerancia y del chauvinismo”.
Con información de AFP y AP
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