El incremento de remesas que México recibió en marzo de este año se debió, en parte, a un tipo de cambio favorable entre el peso mexicano y el dólar estadounidense.
Varios países de América Latina resintieron la drástica la caída de remesas provenientes de Estados Unidos a consecuencia del COVID-19 debido a su fuerte dependencia de estos recursos, entre las naciones más afectadas se encuentra El Salvador que en abril experimentó una caída de 40 por ciento en comparación con un año antes, mientras que el país menos golpeado fue México que en ese mismo periodo, ya que vio disminuir en sólo 2.6 por ciento los recursos por este concepto, de acuerdo con un análisis del Pew Research Center.
El informe destaca que, en general, las remesas durante los primeros seis meses de 2020 se mantuvieron por debajo de los niveles de 2019 en Colombia, El Salvador, Guatemala y Honduras, cuatro de los seis países contemplados en este estudio en el que también están incluidos República Dominicana y México.
El Pew Research Center destacó que El Salvador tuvo la mayor caída durante este período (-8.0 por ciento), seguido de Colombia (-5.3 por ciento) y Honduras (-4.2 por ciento).
Agregó que las naciones del Triángulo Norte compuestas por El Salvador, Guatemala y Honduras experimentaron cada una su mayor caída porcentual en las remesas durante la primera mitad de cualquier año desde 2009, durante la Gran Recesión, aunque las remesas totales actualmente se mantienen muy por encima de los niveles de ese año.
En lo que respecta a México y República Dominicana, el informe señala que ambos países han recibido más remesas durante los primeros seis meses que en el mismo período de 2019: un aumento de 10.6 y de 0.5 por ciento, respectivamente.
Entre los seis países considerados en el estudio, México experimentó la menor caída en remesas en abril, al representar 2.6 por ciento, muy por debajo de las otras naciones. Se menciona que, en marzo, el país recibió 4 mil millones de dólares, lo que significó un récord para México, 35 por ciento más que el año anterior.
El incremento de remesas que México recibió en marzo de este año se debió, en parte, a un tipo de cambio favorable entre el peso mexicano y el dólar estadounidense; un aumento en el número de transacciones de remesas individuales (incluidas transferencias electrónicas y giros postales); y un aumento en el monto promedio enviado en cada transacción por este concepto.
Asimismo, el análisis destaca que las remesas juegan un papel muy importante en sus economías, en el caso de Honduras y El Salvador el año pasado representaron más del 20 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), una de las proporciones más altas del mundo.
En el caso de Guatemala significó 14 por ciento de su PIB, para República Dominicana ocho por ciento, para México tres por ciento y para Colombia dos por ciento.
El informe destaca que el año pasado en todo el mundo las remesas alcanzaron un nuevo récord que ascendió a 714 mil millones, según datos del Banco Mundial, en lo que respecta a las seis naciones latinoamericanas consideradas para este análisis, juntas recibieron el año pasado 71.5 mil millones. Este comportamiento al alza se venía presentando a principios de 2020; sin embargo, la situación se transformó debido a que, por la pandemia, las naciones emisoras de remesas del mundo experimentaron cierres económicos especialmente prolongados.
El análisis del Pew Research Center indica que a medida que el brote de COVID-19 se disparó en todo el mundo esta primavera, se proyectaba que las remesas de los casi 272 millones de inmigrantes del mundo caerían alrededor de 20 por ciento en 2020.
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