El Papa Francisco, celebró la Santa Misa en Iquique, en el último día de su viaje apostólico en Chile, para continuar su viaje a Perú. Además de los eventos programados en la agenda papal, dos gestos marcaron profundamente la jornada.
Boda histórica
El primero de ellos ocurrió en el viaje de Santiago a Iquique, durante el vuelo, el Sucesor de San Pedro celebró una boda, la de Paula Podest y Carlos Ciuffardi, integrantes de la tripulación del vuelo que trasladaba al Papa.
Poco antes de que los tripulantes de aeronave pudieran tomarse una foto grupal con el Papa, Ciuffardi uno de los auxiliares de vuelo le presentó al Papa a Paula, como su esposa quien además es su jefa, y el Papa le preguntó si estaban casados, y la respuesta fue “sí, por el civil, por la Iglesia no pudimos por el terremoto”.
En el año 2010 un fuerte temblor azotó Chile, y dañó el templo donde celebrarían su boda, en Ñuñoa, el cual perdió el campanario por el movimiento telúrico.
El Papa, con seguridad les dijo: “Bueno, los caso. ¿Quieren casarse?”, relató el ahora esposo de Paula Podest, y este le preguntó “¿está seguro?” A lo que el Papa Francisco respondió “¿tú estás seguro?”
Tras responder afirmativamente, el Santo Padre, señaló que necesitaba un testigo, y el contrayente buscó a Ignacio Cueto, dueño de la línea área. Ciuffardi, indicó que el Papa, bendijo lo anillos y “nos casó en nombre de Dios”. Además, continuó Ciuffardi, Su Santidad le confió, que era “algo histórico… nunca un Papa había casado a nadie arriba de un avión”.
Por otro lado, Paula Podest, indicó que el Papa puso como ejemplo las argollas de matrimonio para las darles un consejo, dijo que “no las debíamos usar muy ajustadas porque torturaban, pero tampoco muy sueltas porque se caían.” Y su marido recordó, que también les dijo “este es el sacramento que hace falta en mundo, el sacramento del matrimonio. Ojalá que esto motive a las parejas del mundo a tomar el sacramento del matrimonio. Por eso lo hago”.
Tierra de Sueños
En la homilía de la Santa Misa ya en Iquique, última escala del viaje en Chile, el Papa centró su mensaje en un primer momento en la Virgen María, ya que hizo notar que el Evangelio presenta su acción para que prevalezca la alegría, ya que cuando ocurría algo en las bodas de Caná para “aguar” la fiesta, acudió a su hijo para decirle “no tienen vino”, en tanto que a los trabajadores les aconsejaba, “hagan lo que Él les diga” y así Jesús hizo su primer milagro con estos.
El Papa señaló que María, “anda por todos nuestros entuertos familiares, esos que parecen ahogarnos el corazón para acercarse al oído de Jesús y decirle: mira <<no tienen vino>>”.
También dijo que Iquique, significa en aymara, tierra de sueños, y que muchas personas tiene que dejar su tierra para buscar una vida mejor, pero también sienten el temor de lo que pueda ocurrir, señaló que Iquique es tierra de inmigrantes, y les llamó a que siga también siendo tierra de hospitalidad.
Una “hospitalidad festiva”, porque falta la alegría cuando hacemos sentir al otro que no tiene cabida entre nosotros; además el Papa exhortó a estar atentos en los diversos ambientes, para que al encontrar al que tiene un vida <<aguada>> los tristes de corazón, aquellos expuestos a perder la alegría ante situaciones de explotación e injusticia, le digamos al Señor <<no tiene vino>>. Y como los trabajadores del Evangelio ofrecer lo que tengamos sin miedo a <<dar una mano>>.
Como buen samaritano
Al término de la celebración eucarística, en un recorrido por las calles de Iquique, donde se celebró la Santa Misa, una integrante del cuerpo de carabineros a caballo que apoyaba a la seguridad, cayó de su montura por un reparo del animal a escasos metros del papamóvil, de lo que se percató el Santo Padre, y pidió que se detuviera su vehículo para después bajar él mismo y dirigirse hacia donde atendía a la carabinera a mitad de la calle.
El Papa permaneció con la dama de nombre Ana Belén Aguilera Casas, hasta que llegó la ambulancia de la caravana papal.
Con información de ACI Prensa y Vatican.va
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