A poco más de un mes de las elecciones presidenciales en Estados Unidos, la campaña política de Donald Trump, expresidente de esa nación, se ha visto ensombrecida por la violencia, con dos atentados en su contra; uno donde fue herido mientras celebraba un mitin en Pensilvania y otro, cuando se encontraba jugando golf en Florida.
El historial de ataques a presidentes en EUA es largo, con cuatro mandatarios asesinados; Abraham Lincoln, fallecido en 1865; James A. Garfield, quien recibió un disparo en 1881; William McKinley, quien murió en 1901 y el caso más llamativo y que causó conmoción en el país, John F. Kennedy, asesinado con un disparo en 1963.
Sin embargo, los ataques fallidos a mandatarios también han abundado, registrando atentados contra Theodore Roosevelt, Franklin D. Roosevelt, Harry S. Truman, Gerald Ford y contra Ronald Reagan; este año, Donald Trump se unió a la lista de atentados fallidos, pero esta vez contra un expresidente de la nación norteamericana.
Atentados en campaña presidencial
El primer atentado registrado en la campaña de reelección de Trump se suscitó en Butler, Pensilvania, cuando el político se encontraba en un mitin frente a decenas de personas el 13 de julio, minutos más tarde de iniciar, se escucharon disparos, uno de ellos rozando la oreja del expresidente quien empezó a sangrar al instante y se retiró de inmediato.
Los disparos eran de un rifle tipo AR-15 del que se abrió fuego desde una instalación cercana al escenario a solo 10 minutos del inicio del discurso del candidato del Partido Republicano; se determinó que el tirador era Matthew Croods de 20 años. Tras los disparos, Trump se volteó a la multitud con su rostro con sangre, y alzó el puño en señal de fuerza.
Sin embargo, meses más tarde, el 15 de septiembre, mientras Trump se encontraba jugando golf en el Trump International Golf Club de West Palm Beach, Florida, se observó entre los arbustos a una persona apuntando con un rifle a Trump, mismo que fue identificado como Ryan Wesley Routh, de 58 años y quien fue catalogado como una amenaza a la seguridad pública.
“Este fue un intento de asesinato de Donald Trump pero les fallé. Hice lo mejor que pude y le dediqué toda la fuerza que pude. Es ahora cuestión de ustedes terminar la misión y ofrezco 150 mil dólares a quien pueda cumplir la misión”, se lee en una carta dejada por Routh en una caja llena de armas, donde se descubrió que el hecho fue planeado desde hace semanas.
Atentados influyen en las campañas políticas
Tras los ataques, Kamala Harris, candidata Demócrata, condenó la violencia de cualquier tipo y agradeció que su oponente se encontrara a salvo. “Debemos tener un diálogo civil y poder hablar de nuestras diferencias”, dijo la vicepresidenta a casi un mes de que se celebren las votaciones presidenciales que determinarán si se convertirá en la primera mujer presidenta de EUA.
El día del atentado en Pensilvania Donald Trump fue autor de una de las fotografías más poderosas durante los últimos años, donde se le podía ver con el rostro lleno de sangre, tratando de ser retirado del sitio por su equipo de seguridad, pero con el puño arriba y un semblante serio y fuerte en el rostro, lo que dejó a miles impactados y les comunicó un mensaje de fortaleza.
Según Marion Müller, experta en comunicación de la Universidad de Tréveris en Alemania, explicó a DW que con el puño arriba “Trump hace una promesa de salvación”, hecho que fue tomado por sus seguidores como “la voluntad de Dios” de que él sea reelecto, lo que sumado a que sobrevivió otro atentado en septiembre emite un poderoso mensaje ante la ciudadanía.
Recordemos que, EUA es un país sumamente religioso y la religión de sus ciudadanos determina sus decisiones en política. Según datos recientes del Pew Research Center y otras encuestas, se estima que aproximadamente el 63 por ciento de los adultos en Estados Unidos se identifican como religiosos en algún grado.
A falta de solo un mes para las elecciones presidenciales, el panorama político en Estados Unidos es incierto y extremadamente polarizado, con posturas totalmente radicales de ambos lados de la balanza. Las encuestas muestran una carrera ajustada entre Trump y Harris, y aunque no se puede prever qué tanto influyen los ataques de Trump en las urnas, si es evidente el fervor que ha creado en sus seguidores.
¿Crees que los atentados podrían ser determinantes para inclinar la balanza a favor de alguno de los candidatos en las urnas?
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