Un grupo de hombres con la cara tapada agredió a golpes y amenazó con armas de fuego a obispos de Nicaragua y al nuncio apostólico en ese país.
“Asediado por una turba enardecida que quería ingresar a la Basílica San Sebastián en Diriamba, fui herido, golpeado en el estómago, me arrebataron las insignias episcopales y agredido verbalmente. Estoy bien gracias a Dios. Se liberó la basílica y a quienes allí estaban”, tuiteó en su cuenta oficial de Twitter, Silvio José Baez, Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de Managua, en Nicaragua.
La agresión fue confirmada por diferentes medios locales nicaragüenses, que relataron que también fueron atacados el Cardenal Leopoldo Brenes, el obispo Miguel Mántica y un grupo de Los medios de comunicación coinciden en que los agresores son partidarios del gobierno de Daniel Ortega. Entre los prelados que visitaron la Diócesis de Diriamba, también se encontraba el Nuncio Apostólico Monseñor Stanislaw Waldemar Sommertag.
El cardenal Brenes calificó como una “fuerza brutal” en contra de la Iglesia católica en medio de la crisis política del país
Alrededor de las 5 de la mañana del lunes 9 de julio, unas 60 personas sandinistas asediaron la Basílica de San Sebastián con 12 personas al interior. En el departamento de Carazo, el domingo se contabilizaron 9 homicidios, razón por la cual los obispos se dirigieron a Jinotepe, cabecera del departamento, en un intento por apaciguar a los agresores.
Al llegar a la Basílica en Diriamba fueron recibidos con insultos por partidarios del presidente Ortega.
En principio, los prelados lograron ingresar al templo, pero más tarde, una turba entró por la fuerza hiriendo a los obispos y a los periodistas robándoles su equipo de trabajo.
“Por medio de la violencia todo se encamina a un callejón sin salida”, señaló monseñor Báez, después de haber sido herido en el brazo. Poco después la Arquidiócesis de Managua condenó la agresión a los obispos. Otra turba saqueó la Parroquia de Santiago en Jinotepe.
La violencia no para en Nicaragua y los muertos por la represión continúan en aumento, por lo que la Iglesia Católica anunció que valora si continúa o no en la mesa de diálogo con el gobierno.