“Los asesinos tuvieron tiempo de atacar al guardia, herir mortalmente al Vicario episcopal y huir antes de que llegasen las fuerzas de paz de la ONU”.
El Vicario General de la Diócesis de Bambari, en República Centroafricana, Gbagoua Firmin, un hombre clave para la búsqueda por la paz en esa región africana, fue asesinado.
Fuentes locales que solicitaron el anonimato, señalaron que “el comando de asesinos logró entrar en el Obispado con un contingente gabonés de la MINUSCA (Misión de la ONU en República Centroafricana) a unos cientos de metros de distancia”.
“Los asesinos tuvieron tiempo de atacar al guardia, herir mortalmente al Vicario episcopal y huir antes de que llegasen las fuerzas de paz de la ONU. Esto hace entender el nivel de inseguridad que se vive en Bambari”, reportó la Agencia Fides.
De acuerdo con las fuentes, los presuntos asesinos simularon un robo para matar al Vicario sabiendo bien a quien mataban.
“Monseñor Firmin fue una persona clave clave en todos los procesos de mediación para tratar de mantener la paz en Bambari así que todos sabían quien era. Sus asesinos no pueden decir que han matado a una persona que no conocían”, señalaron las fuentes a la Agencia. El ataque ocurrió el 29 de junio.
“El comando de asesinos logró entrar en el Obispado con un contingente gabonés de la MINUSCA (Misión de la ONU en República Centroafricana) a unos cientos de metros de distancia. Los asesinos tuvieron tiempo de atacar al guardia, herir mortalmente al Vicario episcopal y huir antes de que llegasen las fuerzas de paz de la ONU. Esto hace entender el nivel de inseguridad que se vive en Bambari”.
Igualmente comentaron que en desde hace meses “todos los sacerdotes asesinados o sufrieron un intento de asesinato eran personas incómodas para aquellos que quieren desestabilizar República Centroafricana”. Por ejemplo, se citó al atentado contra el sacerdote Alain Blaise Bissialo, pastor de la parroquia de Cristo Rey de Tokoyo y presidente de la Comisión para la Paz y la mediación de Bangassou, en el sureste del país.”
De igual manera “en abril fue asesinado el padre Joseph Desiré Angbabata, junto con algunos de los fieles, en el asalto a su parroquia en Séko”.
No obstante, pese haber sido durante una irrupción al templo y asesinar a varios fieles, las fuentes aseguran que fue un homicidio selectivo y que varios sobrevivientes confirmaron la presencia de francotiradores en las inmediaciones de la parroquia.
El padre Angbabata, meses antes de su asesinato, se encargaba en Bangui de la Comisión de Justicia y Paz,
Aparentemente Bambari, era una ciudad sin armas, como habían afirmado tanto el gobierno como las Naciones Unidas más de un año atrás. Monseñor Firmin denunció reiteradamente que esto no era real, ya que la prevalencia de asaltos a mano armada evidenciaba lo contrario. De hecho, algunos distritos de la ciudad eran controlados por grupos “cercanos a los Seleka, que se hacen llamar Mujaheddin”.
El ataque que padeció Bambari el pasado mes de mayo y el asesinato de monseñor Firmin, dejan en claro la situación en la que se encuentra la ciudad.
A monseñor Firmin, se le catalogaba como “un sacerdote extraordinario”, cercano, humilde quien hablaba con la verdad.
