Según un informe de Clean Up Kenia, Wildlight y Changing Markets Foundation, en 2021 se enviaron 148 millones de artículos de ropa usada en estado de desecho a Kenia, provenientes de la Unión Europea y Reino Unido. La mayoría de prendas son de baja calidad, contienen plásticos y están sucias o rotas, por lo que no pueden ser usadas.
En su informe, “Trashion: The stealth export of waste plastic clothes to Kenya”, las instituciones explicaron que la cantidad de ropa que llega a Kenia equivale a 17 prendas por keniano y de ellas, ocho son basura desde el inicio. La ropa se manda como alternativa de segundo uso, pero llega al país africano en tan mal estado que hay montañas de varios metros llenas de prendas.
La ropa que llega a Kenia es ropa basura con materiales de pésima calidad, rota o sucia, y el reporte indica que algunas prendas hasta llegan a tener vómito; por lo que expertos han calificado el asunto como una válvula de escape, que usan naciones y grandes marcas para aligerar la tremenda carga de y desechos que deja el Fast Fashion.
El Fast Fashion consiste en la producción masiva de ropa de mala calidad, tanto que es ropa desechable, con el objetivo de que sea usada unas cuantas veces y se desgaste o rompa, y de esa manera, el consumidor deba volver a comprar. Las marcas que más generan esa ropa son: Shein, Zara, H&M, Bershka, Pull and Bear, entre otras.
Ropa en pésimo estado y de los peores materiales
El informe arrojó que una de cada tres prendas que se envían a Kenia contienen plástico, como el nailon o poliéster, lo que sumado a la condición de las prendas hace que los kenianos no tengan otra opción más que quemar la ropa o desecharlas en el medioambiente, creando inmensos basureros que contaminan agua y suelo.
“La industria de la moda de hoy se ha convertido en sinónimo de consumo excesivo, una crisis de residuos creciente, contaminación generalizada y la explotación de los trabajadores en las cadenas de suministro globales”, comentó Changing Markets Foundation y recalcó que materiales como nylon y poliéster se crean a partir de petróleo y gas.
El principal exportador de ropa basura a Kenia es Alemania, siendo responsable del 41.27 por ciento; seguido esta Polonia con un porcentaje del 24.68; en tercer lugar está Reino Unido con 23.05 por ciento; después Hungría con 3.28 por ciento; Italia con 2.53 por ciento; en sexto lugar Bélgica con 1.82 por ciento, seguida de otras naciones.
En 2021, aduanas registró que Baltic Textile Trading, empresa propietaria de las tiendas de segunda mano Think Twice, controló el 32 por ciento de la ropa de segunda mano transportada a Kenia; además, hubo otras empresas responsables como Vive Textile Recycling, Wtorpol, Nathans Wastesavers Limited, entre otras tantas.
Empresas como Nathans Wastesavers Limited, JMP Wilcox y Cookstown Textile Recyclers, mantienen campañas a favor del medio ambiente; sin embargo, Clean Up Kenia aseguró que “los niveles de desechos que exportan hacen que sus afirmaciones de circularidad y sostenibilidad asociadas sean falsas”.
Las organizaciones señalaron que los resultados del reporte llegan en un momento clave, pues la Unión Europea se encuentra desarrollando planes y tratados para la regulación de plásticos, lo que se debe hacer de manera adecuada y no enviar ese problema a naciones pobres como Kenia, que son inundadas en prendas basura por montón.
Puedes encontrar el informe completo aquí: https://changingmarkets.org/portfolio/fossil-fashion/ .
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