La prestigiosa revista médica The Lancet, publico en 2012 un informe que asegura que no se necesita practicar el aborto para llevar adelante un tratamiento de quimioterapia.
“Porque tenía la vida de alguien más en quien pensar”. Esta es la respuesta de Stacey Johnson, a quienes le preguntan cómo afrontó su embarazo, enferma de cáncer desdeñando la alternativa del aborto como paso previo a su tratamiento.
Cuando los médicos le dijeron a Stacey que tenía cáncer de mama, le recomendaron abortar al pequeño que se gestaba en su vientre para dar comienzo a la quimioterapia. Sin embargo, al no aceptar esta opción buscó una segunda opinión médica.
Encontró una alternativa de tratamiento con una doctora especialista del Sistema de Salud de la Universidad de Kansas, que le mostró diferentes opciones de atención sin necesidad de abortar. El proceso incluyó la mastectomía y la quimioterapia, logrando llevar su embarazo a término, dando a luz a su hijo William, quien se reportó sano y está por cumplir un año.
La prestigiosa revista médica The Lancet, publico en 2012 un informe que asegura que no se necesita practicar el aborto para llevar adelante un tratamiento de quimioterapia. Del mismo modo un estudio del New England Journal enfatizó que la quimioterapia no interfiere en el desarrollo de los nonatos.
Aunque la historia de Stacey Johnson tuvo un feliz desenlace, su determinación hace recordar a mujeres como Gianna Beretta Molla, a quien –en 1961- le fue detectado un tumor en el útero, durante el segundo mes de embarazo de su tercer hijo.
Beretta Molla, santa de la Iglesia Católica, decidió que todas las decisiones, incluso las de naturaleza médica, estuvieran encaminadas a preservar la vida de su hijo, aún si ello implicara perder la propia.
Siete días después de haber nacido Gianna Emanuela, su madre Gianna Beretta, falleció con fortísimos dolores.
Beretta Molla quién era médica de profesión, entendía perfectamente las implicaciones de sus decisiones. Fue canonizada el 16 de mayo de 2004.
