En varias ciudades del país, familias, jóvenes, adultos mayores y niños salieron a las calles para manifestarse a favor de la mujer y de la vida y buscar un acuerdo nacional para encontrar verdaderas soluciones a sus problemáticas en lugar de orillarlas al aborto.
Miles de personas se manifestaron pacífica y ordenadamente en 85 ciudades de la República Mexicana para manifestarse a favor de la mujer y de la vida y hacer un llamado a los gobiernos, legisladores, jueces, organizaciones civiles y en general a todos los mexicanos, adultos, jóvenes y niños a unirse y dejar atrás las divisiones desterrando la cultura del descarte que promueven leyes como el aborto.
En Ciudad de México, la marcha en la que de acuerdo a los organizadores participaron 100 mil personas, inició en el Auditorio Nacional rumbo al Ángel de la Independencia en un recorrido que pintó de azul cielo la avenida Reforma, donde miles de familias, jóvenes, adultos mayores e incluso niños caminaron con una sola intención, demostrar que México defiende la vida desde el momento de la concepción y exigir respeto a las mujeres evitando que se les presione para que aborten en lugar de ofrecerles verdaderos apoyos para que puedan salir adelante ellas y sus bebés.
“Legal o ilegal, el aborto mata igual”. “No somos uno, no somos 100, Suprema Corte cuéntanos bien”. “De norte a sur, de este a oeste, México defiende la vida cueste lo que cueste”. Estas fueron algunas de las consignas que con alegría los asistentes proferían a lo largo del recorrido, algunos agitando sus pañuelos azules, otros con pancartas, unos más con banderas y no faltaron quienes se dejaron acompañar por la Virgen de Guadalupe.
Es de destacar que el número de gente que se manifestó en diversos lugares del país de manera simultánea sumó un millón de personas, de acuerdo a cifras oficiales.
En todos los lugares donde se llevaron a cabo concentraciones, las calles se pintaron de azul cielo, pues la intención fue señalar que se promueve descartar la vida humana con la falacia de proteger a la mujer, por lo que con esta marcha miles de mexicanos salieron en defensa de la dignidad de la mujer y se mostraron a favor de promover un compromiso común para buscar soluciones creativas a los diversos problemas que enfrenta el sector femenino en múltiples ámbitos, particularmente para aquellas víctimas de violencia, explotación, discriminación o mujeres embarazadas en situación vulnerable. Al mismo tiempo de defender la dignidad del ser humano concebido aún no nacido, quien también debe ser protegido y tutelado por el Estado.
Cabe señalar que además de las personas que recorrieron las calles en diversas entidades, la presencia de la marcha también se siguió masivamente en redes sociales logrando colocarse como trending topic con el #MeLateElCorazón.
Testimonios a flor de piel
Una vez en el Ángel de la Independencia varios fueron los testimonios que se compartieron, uno de ellos fue el de Marcial Padilla y Mayela Sepúlveda, papás de tres hijos, la menor de ellos Ana Paula de nueve años tiene una severa lesión cerebral que le impide valerse por sí misma y su vida depende de la ayuda de los demás, a pesar del dolor que efectivamente causa su condición a sus padres, ellos aseguran que su vida no vale menos que la de un niño normal ni que signifique que por su enfermedad su vida no tiene sentido.
Para Marcial y Mayela, la enfermedad de Ana Paula les ha enseñado que no hay límites para el amor, por el contrario, aseguraron que les ha enseñado que pueden amar más allá de toda dificultad y con ello quieren señalar que la vida de su niña es una muestra de que la vida vale la pena.
Por otra parte, Mayra Rodríguez, quien por más de 16 años trabajó en Planned Parenthood siendo supervisora de tres clínicas en Arizona, dijo que se dio cuenta de los daños que ocasionaban a varias mujeres al practicarles un aborto, en particular denunció el caso de un médico que dejó el cráneo de un bebé en el útero de su madre y llamarlo “basura”, por lo que hace cuatro años fue despedida de la cadena abortista.
Desde entonces se unió a defender la vida de los no nacidos y a difundir lo que sucede a quienes se practican un aborto.
Otro de los testimonios fue el de Irma Barrientos, quien es madre soltera, situación que en muchas ocasiones ha representado retos ante dificultades que ha tenido que enfrentar sola, pero que sin embargo no se hubieran aminorado si hubiera decidido acabar con la vida de su bebé antes de nacer.
Al compartir su reflexión, Barrientos indicó que la decisión tomada recientemente por la Suprema Corte de Justicia de la Nación “nos haya orillado a confrontarnos como enemigos a las mujeres y a la vida humana de nuestros hijos”. Nos empuja a pensar que hay que elegir entre la mujer que ha abortado o el respeto absoluto de la vida de su hijo desde la concepción. Lo hizo como si la mujer y la vida fuéramos enemigas. Eso es una disyuntiva aparente. Nosotras las mujeres, y todos los que estamos aquí, no queremos que nos obliguen a tener un México que descarte a uno o a otro. Las mujeres tenemos muchas necesidades y no queremos ni necesitamos el aborto. El aborto no soluciona ninguno de nuestros problemas. Nos deja en una situación aún más vulnerable. Nosotras queremos un México que acoja con misericordia a la mujer, también a la mujer que fue empujada a abortar y que dé plena protección ante la ley a la vida de su hijo desde la concepción y durante toda su existencia, antes y después de nacer.
“Queremos respeto a la conciencia de los médicos. Queremos opciones de vida para la madre y su hijo y libertad de conciencia para los médicos.
“El aborto es un tema complejo, pero con una raíz muy simple: acoger o rechazar la vida, solucionar nuestros problemas con elecciones de vida, o solo ofrecer imposición de muerte. Por eso, ante la realidad que vivimos millones de mujeres, en toda condición social, de distintas religiones, nos reunimos aquí porque queremos pasar del rechazo a la propuesta, queremos dejar atrás las falsas soluciones, queremos un México A favor de la mujer y de la vida”, externó.
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