“Un empleo debe permitir que una persona crecimiento profesional, personal, social y familiar, si no notamos crecimiento de ningún tipo, algo anda mal”, aseguró la psicóloga Judith Domínguez Torres.
La modernidad ha traído avances en muchos sentidos; sin embargo, la tecnología y los nuevos estilos de vida han afectado a la familia, debido a que cada vez resulta más difícil que los seres queridos puedan compartir tiempo de calidad, y que los padres puedan educar a sus hijos y estar presentes durante su desarrollo.
El principal factor de desapego es el trabajo, pues aunque se supone que las personas trabajan para vivir, en muchos casos pareciera que viven para trabajar. De acuerdo con la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), México es uno de los países con jornadas laborales más extensas, mientras el mexicano trabaja 2 257 horas al año, en países desarrollados como Irlanda las personas laboran 1 738 horas.
Judith Domínguez Torres, psicóloga y pedagoga, explicó que muchos niños sufren el abandono de sus padres y el amor, cariño y atención que sólo puede dar un padre o madre se trata de sustituir con el de los abuelos o tíos que cuidan a los pequeños. “Aunque algunos adultos se dan cuenta de su ausencia en la vida de sus hijos, otros simplemente no tienen tiempo para reconocer en lo que están fallando”, afirmó Domínguez Torres.
“Un empleo debe permitir que una persona tenga crecimiento profesional, personal, social y familiar, puede que el crecimiento en cada aspecto sea diferente, pero si no notamos ningún tipo de crecimiento algo anda mal”, comentó la psicóloga respecto al tipo de trabajo que debemos elegir.
Maternidad y paternidad, en desventaja
En México, las mujeres gozan de pocos privilegios respecto a la maternidad, pues únicamente se les permite ausentarse para efectuar su labor de madres alrededor del nacimiento. Recientemente la Comisión de Estudios Legislativos del Senado modificó la Ley Federal del Trabajo, concediendo una semana más de descanso antes y después del parto, siete semanas antes y siete después del parto de sus hijos.
De acuerdo con investigadores estadounidenses ser mamá es un “trabajo sin descanso”, pues estudios arrojaron que ser madre ocupa 98 horas a la semana, más las 40 horas semanales o más que las mujeres deben cumplir en sus respectivos empleos.
Judith Domínguez indicó que las madres de familia viven agotadas entre trabajo y familia, y la situación es peor cuando son madres solteras, pues ni siquiera tienen tiempo de para descansar o atender su salud. “Las madres están cansadas, lo que provoca que cumplan con sus obligaciones básicas, pero dejen de lado detalles como atención, paciencia y juegos”, comentó la especialista.
Mientras que la paternidad en México está sumamente olvidada, colocando al país entre las naciones con menos días otorgados a los hombres por licencia de paternidad, según la Organización de Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). La Ley Federal del Trabajo otorga permiso de paternidad a los padres por cinco días laborables en casos de nacimientos o adopciones.
“Muchas personas siguen pensando que las mujeres deben cuidar y atender a los hijos, y los hombres ganar el dinero del hogar, sin involucrarse mucho con la crianza de los hijos”, aseguró Domínguez Torres respecto a los estereotipos tradicionales que tiene el pueblo de México y subrayó que muchos hombres, padres solteros, tienen varias complicaciones para cumplir sus funciones.
Finalmente la psicóloga, quien trabaja con pequeños que sufren de abandono y ha manejado casos en los que el exceso de trabajo afecta las relaciones familiares, aseguró que las tecnologías que ahora existen deberían ser utilizadas a favor de la familia y las relaciones personales. “Las empresas deben comenzar a innovar y crear modalidades de trabajo donde el home office o trabajo a distancia se maximice, o los horarios puedan ser modificados tomando en cuenta a las personas que son padres y madres de familia”, explicó Judith Domínguez.
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