Teuchitlán, una muestra del abandono oficial

Zapatos, mochilas y ropa son los únicos vestigios del rompecabezas que las madres buscadoras hallaron en uno de los muchos lugares donde probablemente yacen los cuerpos de sus hijos. Cada prenda era un hallazgo que podía ser la clave para saber, al menos en cierta manera, su paradero, así como los indecibles sufrimientos que padecieron quienes en contra de su voluntad fueron llevados al infierno del rancho Izaguirre

Durante años las autoridades de los tres niveles de gobierno han sido omisas a los clamores de los familiares de las personas desaparecidas para buscarlas, hallarlas y en el mejor de los casos rescatarlos con vida, pero en todo este tiempo lo único que las autoridades se han dedicado a hacer es proteger a los delincuentes sobre quienes, extrañamente, no tienen rastros.

El escándalo que por los hallazgos de las madres buscadoras se destapó con lo encontrado en el rancho Izaguirre ha cimbrado a las más altas esferas del poder quienes en su afán de aminorar la situación, desviar la atención de la opinión pública nacional y extranjera y proteger a quienes sin pudor alguno se han atrevido a raptar, retener, torturar y matar a quienes sólo buscaban un trabajo para vivir dignamente.

Contrario a las profesionales prácticas forenses, se trastocó la escena del crimen y las fuerzas armadas promovió entre los medios de comunicación una “visita” al rancho Izaguirre, a donde también colectivos de buscadores fueron “invitados” por el gobierno estatal aunque a algunos los dejaron plantados en el sitio de reunión y a otros más sólo los llevaron a la mitad del camino, por lo que tuvieron que moverse con sus propios medios para llegar al lugar para encontrar lo que llamaron un “circo” en el que literalmente barrieron con las evidencias, lo que causó enojo, indignación y desesperanza de saber que por lo menos podían recoger una camiseta, un zapato o una mochila de quien un día con ilusiones partió de su hogar para nunca más volver ni saberse de él o de ella.

Urgen investigaciones serias

La indignación ciudadana con los hallazgos encontrados en el rancho Izaguirre no se hizo esperar, pero a pesar del asombro y la exigencia de que las autoridades cumplan con su responsabilidad, el partido en el poder, Morena, y sus aliados PT y PVEM han insultado la dignidad de las víctimas y sus familias, la inteligencia de los ciudadanos y con su mayoría en el Senado han impedido que las investigaciones se realicen con la relevancia que merece el caso que es uno entre cientos que no se han hecho del conocimiento de las sociedad.

En días pasados, el senador panista Marko Cortés Mendoza presentó un punto de acuerdo en el que proponía la conformación de una comisión de expertos, avalada por organismos internacionales, a fin de que llevaran una investigación imparcial e independiente del caso.

Sin embargo, esta propuesta fue rechazada por el grupo parlamentario de Morena y sus aliados, quienes de esta manera evitaron que se debatiera en el pleno y sólo permitieron que se enviara a comisiones para no darle el verdadero peso que amerita el caso.

En respuesta el Grupo Parlamentario del PAN en el Senado aseguró que era fundamental que se garantice un proceso de investigación transparente e imparcial, que no solo aclare los hechos ocurridos en Teuchitlán, sino que también restaure la confianza de la ciudadanía en nuestras instituciones.

En el PAN hacemos un llamado a todos los actores políticos a priorizar el interés público y a considerar la importancia de contar con una investigación que cuente con el respaldo de expertos y organismos internacionales.

Sí pero no

Lo sucedido en Teuchitlán, Jalisco, se ha convertido en un laberinto y una pesadilla para la presidenta Claudia Sheinbaum, quien ha sido tibia en sus acciones sobre este caso y sólo ha sido firme en su férrea defensa de su antecesor, Andrés Manuel López Obrador, “ya, déjenlo en paz” ha dicho de quien era el responsable de la seguridad del país en el tiempo en el que sucedieron los trágicos acontecimientos en Teuchitlán.

En las mañaneras del pueblo, el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), Omar García Harfuch, aseguró que el rancho Izaguirre era un centro de adiestramiento del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) donde, bajo engaños de falsos empleos en seguridad con salarios de cuatro a 12 mil pesos a la semana, reclutaban a personas para formarlos como parte de la organización criminal.

A pesar de esta declaración, el secretario negó que tuvieran evidencias de que el rancho hubiera sido utilizado como un campo de exterminio.

La presidenta Claudia Sheinbaum pidió al fiscal general de la República, Alejandro Gertz Manero, atraer el caso y para llevar a cabo las investigaciones.

En otra mañanera, Gertz Manero anunció que la Fiscalía General de la República (FGR) ya había tomado posesión del inmueble, el cual señaló que estaba manejado por la fiscalía local, pero destacó que en este momento era ya un asunto de carácter federal, “está ocupado ese sitio por las autoridades federales y están entrando los peritos para determinar la realidad de lo que hay ahí”.

Entre los pendientes que Sheinbaum tiene es el de presentar su plan de seguridad nacional, lo que es una urgencia para el país que requiere que los criminales sean, perseguidos, detenidos y castigados en serio y las familias vivan en paz, tranquilidad y con las posibilidades de prosperar.

Las familias de los más de 125 mil desaparecidos y las más de 72 mil personas sin identificar ya no pueden seguir esperando por la verdad.

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