El sacerdote jesuita mexicano, Pedro Pantoja Arreola, es noticia en Roma. La labor del religioso de la Compañía de Jesús al frente de la Casa del Migrante de Saltillo, figura en las páginas de la versión cotidiana de L´Osservatore Romano.
El Padre Pedro, subrayó la magnitud del peligro que representa el cártel de los Zetas, para los migrantes, y recordó la matanza de 72 de ellos, centroamericanos y sudamericanos, en el Municipio de San Fernando, Tamaulipas, que se negaron a transportar droga o ser sicarios para la organización delictiva.
Sin términos medios, como lo definió el diario, el Padre dijo que “para los migrantes México, es un territorio de muerte, una inmensa fosa común”. Indicó que en las zonas en las que opera el cártel, cuentan con la complicidad de muchos políticos y policías.
Por supuesto, que él mismo ha sido sujeto de amenazas y de intentos de intimidación, como lo reporta el rotativo, por lo que el sacerdote nunca duerme dos días seguidos en el mismo lugar ya que, afirma, “los sicarios de los Zetas quieren eliminarme”.
Además, relató que decenas de migrantes son secuestrados por las bandas criminales, y exigen rescates por cantidades de alrededor de 10 mil dólares, de lo contrario solo restan dos caminos, la muerte o en el caso de las mujeres, la prostitución.
Respecto de la labor del refugio, el padre explica que actualmente reciben en promedio 80 migrantes al día, pero que el año 2014, llegaron a ser hasta mil por día. Señaló que principalmente atienden a hondureños, tres cuartas partes de los migrantes que acuden al lugar, 10 por ciento de guatemaltecos y el resto se conforma entre cubanos, salvadoreños y nicaragüenses.
Hijo de padres muy pobres, tuvo que salir temprano de su lugar natal a causa del hambre; trabajó con un sindicalista en California, Estados Unidos; posteriormente trabajó para poder sostener sus estudios en el Seminario y después, gracias a las becas, obtener un grado académico en Ciencias Sociales. Dirige el refugio para migrantes desde 2002.
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