La senadora de Morena, Nestora Salgado, anunció por órdenes de AMLO envió una carta al próximo equipo de seguridad, organizaciones de derechos humanos y al Congreso pidiendo crear una medida interinstitucional para analizar casos de presos políticos.
El presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, aseguró que en conjunto con la próxima secretaria de gobernación, Olga Sánchez Cordero, trabajarán por que se “fijen las condiciones para dar amnistía a presos políticos a partir del análisis expedito caso por caso”, esto por medio de la elaboración de un acuerdo, un decreto o una ley.
Por su parte en entrevista con Ciro Gómez Leyva, Olga Sánchez Cordero aseguró que antes de que AMLO tome posición el 1 de diciembre se compartirá un listado de las personas que podrán obtener amnistía. Detalló que su equipo trabaja en el análisis de diversas sentencias y lo calificó como algo “complicado” ya que hay un universo en la “gama de delitos”.
Según la Organización de los Estados Americanos un preso político es “aquella persona física a la que se le mantiene detenida o en la cárcel porque sus ideas suponen un desafío o amenaza para el sistema político establecido dependiendo del país”.
De acuerdo con la Organización Nestora Libre, en México oponerse al gobierno es una acción que muchas veces se “paga con cárcel” e indicó “que la laxidad de las leyes ha engrosado el número de presos políticos hasta sumar poco más de 500”.
México ha tiene una larga historia en el tema de presos políticos, uno de los casos más emblemáticos fue el de David Alfaro Siqueiros, famoso pintor que fue apresado y encarcelado en el Palacio de Lecumberri durante cuatro años, acusado de disolución social y por su ideología comunista.
Si bien la cifras no son exactas, diversos organismos de defensa de derechos humanos aseguran que en México seguimos teniendo casos de presos políticos, por ejemplo el caso de Abraham Cortés Ávila, Jesse Alejandro Montaño, Fernando Sotelo y Luis Fernando Bárcenas Castillo, quienes fueron detenidos cuando participaban en una marcha de protesta y de los cuales uno de ellos enfrenta una sentencia de 33 años de prisión por presuntamente incendiar una estación de Metrobús de Ciudad Universitaria.
La Senadora del partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena) Nestora Salgado, quien estuvo presa durante más de 2 años por acusaciones de secuestro en su contra, pero también señalada por diversos organismos como presa política, anunció que por órdenes del presidente electo, envió una carta al próximo equipo de seguridad, organizaciones de derechos humanos y al Congreso pidiendo crear una medida interinstitucional para analizar casos de presos políticos y de conciencia en México y así “construir” una ruta de amnistía.
Para organizaciones como la Comisión Mexicana de Derechos Humanos, el tema de la liberación de presos políticos y de conciencia es un tema que debe ser analizado meticulosamente, pues habría el riesgo de sacar de prisión a delincuentes que bajo el pretexto de esta amnistía alcanzaran su libertad.
Para este organismo de derechos humanos, si bien es cierta la posibilidad de que haya presos políticos en México, también es probable que integrantes de grupos radicales y de choque que actualmente están en prisión, no por su ideología ni pensamiento, sino por verdaderos actos vandálicos y de violencia, salgan libres. Lo cual no representaría un acto congruente de justicia y apego a los derechos humanos, sino una sumisión de la legalidad a corrientes ideológicas radicales en nuestro país.
Por su parte, José Antonio Ortega, presidente del Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y Justicia Penal, también señaló los riesgos de que una posible ley de amnistía traiga consigo la liberación de secuestradores y delincuentes. Señaló que el tema debe tomarse con calma y no ser una ocurrencia más del próximo presidente de México.