El pasado 12 de febrero, se conmemoró el Día de la Mano Roja, en el que cientos de personas del mundo se unen para exigir el alto al reclutamiento de niños, niñas y adolescentes para la guerra. World Vision México explicó que el reclutamiento de niños para la guerra atenta contra la vida e integridad física, emocional y moral de los menores.
Estimaciones del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) arrojan que cerca de 300 mil pequeños y adolescentes están siendo reclutados por grupos armados en todo el mundo; mientras que en México, la cifra más cercana al número de niños y adolescentes reclutados por el crimen organizado es de 30,000, pero organizaciones explican que ese dato es desconocido.
“El reclutamiento de la niñez y adolescencia a fuerzas armadas tiene diferentes causas económicas, sociales y políticas”, comentó Tonatiuh Magos, director de Incidencia en Políticas Públicas, Movilización y Grants de World Vision México, y recalcó que esos hechos no sólo afectan a los menores, también afectan a otras personas.
México es parte de la Convención de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, establecida por la Asamblea de las Naciones Unidas el 15 de marzo de 2002, y los países que firmaron el documento se comprometieron a respetar 13 artículos, entre los que están:
- No reclutamiento de menores por fuerzas armadas para la guerra.
- Establecer medidas para evitar el reclutamiento de menores por los distintos grupos de las fuerzas armadas, y crear términos legales para ayudar a que esas prácticas no sucedan.
- Adoptar y respetar todas las medidas jurídicas y administrativas para que se cumpla efectivamente todo el protocolo.
- Desmotivar a las personas que son reclutadas o usadas en conflicto, y brindarles apoyo para su recuperación física, psicológica y reintegración social.
Sin embargo, en México la participación de los niños y jóvenes en el crimen organizado va en aumento y cada vez salen más y más historias de menores que por necesidad tuvieron que ser parte de la violencia.
México, sin guerra internacional pero sí una interna
En testimonios recabados por WVM, Joaquín, quien es un joven de 17 años del estado de Chihuahua, explicó que “a muchos niños niños se los lleva el narco para usarlos, a veces les pagan algo a los padres, a veces no”, pues a pesar de que el país no está en guerra, el crimen organizado recluta a menores para todo tipo de actividades.
Por su parte, Reinserta, asociación que trabaja por los derechos de las personas privadas de la libertad, ha compartido la historia de Jacobo, quien a los 12 años se convirtió en sicario para el Cártel Jalisco Nueva Generacion (CJNG) y a los 16 años, se unió formalmente al grupo y era el encargado de torturar y asesinar a personas de cárteles rivales.
El común en los menores que son reclutados por el crimen organizado es la pobreza, pues la mayoría ha afirmado que aceptaron asesinar, torturar o disparar un arma con tal de ganar unos cuantos pesos, ya que en sus hogares la decadencia, la violencia familiar y situaciones vulnerables eran constantes.
Además, el reclutamiento forzado de menores causa otra serie de problemas, como el desplazamiento forzado de cientos de familias, quienes en un esfuerzo por salvar a sus hijos de la violencia salen de sus estados; también están los menores que acaban en prisión y los niños huérfanos por la violencia del crimen organizado.
WVM hizo un llamado a gobiernos locales y federales para que se creen y promuevan acciones y resoluciones para que los menores crezcan en entornos de paz y seguridad, evitando la violencia de los conflictos armados o del crimen organizado. Pues los niños que ahora se encuentran ejecutando actos de violencia serán los adultos del futuro.
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