Durante muchos años a nivel nacional la delegación Benito Juárez ha sido considerada como uno de los mejores lugares para vivir lo cual hoy no lo es más para quienes se derrumbó no solo su vivienda sino también la confianza en las autoridades que han permanecido lejanas, herméticas e inclusive indiferentes a la situación en la que quedaron expuestas familias enteras.
Han transcurrido casi dos meses en los que se cimbró la tierra y por la que diversas edificaciones quedaron inhabitables o de plano se vinieron abajo, y a pesar del correr de los días sus antiguos habitantes no han encontrado apoyo en las autoridades correspondientes, ayuda que les compete atender más allá de las reiteradas peticiones de los damnificados, como lo denunció el presidente de la Comisión Mexicana de Derechos Humanos A. C. (CMDH), José Abel Flores Ramírez.
“Se encuentran las autoridades delegacionales completamente herméticas porque no nos han mandado ninguna circular, ni un documento oficial”, señaló Flores Ramírez quien tenía su domicilio en Escocia 4, edificio que colapsó y por lo cual él mismo se convirtió en uno de los damnificados.
“Hemos enviado escritos al Delegado Christian Von Roerich, también a la Secretaría de Protección Civil de la CDMX y ninguno nos ha contestado. ¡Estamos desesperados!”, expresó.
El presidente de la CMDH compartió parte de su experiencia en la que lamentó que contrariamente a lo que debería de ser, las autoridades no solo no han mostrado sensibilidad con los afectados, sino que más allá han tenido en muchos momentos tratos inhumanos que lastiman aún más a quienes de por sí sufrieron pérdidas.
“Solicitamos un Director Responsable de Obra (DRO) de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda (SEDUVI), para verificar de forma emergente y sin costo, el estado del inmueble con el fin de saber si puede ser o no habitable, pero hasta el día de hoy, no contamos con un documento oficial que nos dictamine el edificio. Nos han comentado de manera informal que tendremos un papel donde nos señale si hay que demoler o no la construcción. Por lo pronto, nos dicen, muévanse y paguen para conseguir ese oficio”.
“Los vecinos nos organizamos y conseguimos el dictamen para que finalmente en la Delegación Benito Juárez, después de muchos obstáculos, nos dijeran que sí habría que demoler el edificio”, enfatizó.
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