La trata de personas es uno de los crímenes que más afecta y corrompe a un ser humano, convirtiéndose en un tipo de esclavitud moderna que afecta a miles y miles de personas en el mundo, siendo las mujeres y los niños los más afectados y quienes son solicitados para explotación sexual y laboral, entre otras violaciones.
Según Elvira Madrid Romero, presidenta de la Brigada Callejera de apoyo a la Mujer, en 2024 se registró un aumento de hasta el 30 por ciento en el número de casos de trata de personas en todo el país y también en la frontera sur, lo que se debe en gran medida a los grupos delictivos que se concentran en esa zona.
Mientras que Bandana Pattanaik, coordinadora de la Alianza Global contra la Trata de Mujeres (GAATW en inglés), explicó que aunque las redes de trata de personas funcionan similar en todo el mundo; en México y Latinoamérica el narcotráfico juega un papel importante y destacó que los grupos criminales se han fortalecido.
La experta detalló que aunque México no está en guerra no paran de aumentar los feminicidios y violencias de todo tipo, como las desapariciones, en donde según autoridades hay 110 mil personas no encontradas, pero de acuerdo con colectivos y familiares de desaparecidos, el número es mucho mayor y hay personas que nadie busca.
Elvira Madrid compartió que lo más alarmante de todo es que el narcotráfico no solo controla las drogas que se mueven en este y otros países, sino que también controla la trata de personas y son responsables de los secuestros y extorsiones, y como extra solo dos de cada 10 denuncias de trata se registran de maneta correcta.
Por otro lado, según la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), el 85 por ciento de las víctimas de trata de personas son niñas y mujeres; mientras que los menores niños, niñas y jóvenes representan el 27 por ciento del total de víctimas de ese delito. Entre los hombres, el 37 por ciento de víctimas son menores de 18 años.
Víctimas de trata son despojadas de su humanidad y tratadas como objetos
“Cada día hay una nueva víctima de trata de personas y ello genera una ruptura civilizatoria que daña el tejido social”, comentó Cristina Hernández Engrandes, secretaria de la Cátedra Extraordinaria Trata de Personas de la UNAM, y agregó que miles de niñas y adolescentes caen en las redes de la trata a través del “enamoramiento”.
Hernández Engrandes compartió que los captores buscan explotar a sus víctimas de forma sexual, en mendicidad, trabajos forzados, matrimonios obligados, para el tráfico de órganos y hasta para alquiler de vientres; y se ha determinado que México es un país de origen de víctimas, donde se engancha a mujeres, jóvenes y niños.
La experta agregó que según el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) de enero a julio de este año, casi dos mil 500 personas hasta los 17 años fueron víctimas de trata de personas, y desde 2020 se ha registrado un incremento en el número de personas víctimas de ese delito.
La académica de la UNAM detalló que la trata de personas trabaja engañando a las personas con cuestiones tan comunes como una entrevista de trabajo o un enamoramiento, lo que ha convertido situaciones básicas en algo de cuidado, haciendo que se pierda toda la confianza en ello y alertando a la población.
Cristina Hernández indicó que hay familias enteras dedicadas a engañar a niñas, quienes son las más frágiles, pues son “engañadas y sacadas de su hogar, lo que es difícil de ver porque hay una cultura de revictimización por parte de las autoridades quienes califican este acto con la frase: ‘se fue con el novio’, aunque no haya sido así”.
Finalmente, la especialista añadió que hay varios retos para México respecto a la trata de personas, por un lado para la ley, pues se dice que mientras hay consentimiento no se considera como trata; sin embargo, en este delito hay muchos engaños de por medio, y para las víctimas, el reto es recomponer su dignidad, que se destruye cuando caen en esas redes, pues se les quita su humanidad y son tratados como objetos.
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