El Padre José Miguel Machorro fue trasladado en helicóptero desde el Hospital General de Tehuacán, Puebla, hacia el Instituto Nacional de Nutrición “Salvador Zubirán”, ya que su vida corre grave peligro, en virtud de que a últimas fechas ha tenido problemas derivados de una infección, y de que padece desnutrición.
El gobierno del estado de Puebla, proporcionó el traslado aéreo, y gracias a los buenos oficios del Arzobispo Primado de México, Cardenal Norberto Rivera con la Presidencia de la República, se le admitió en el señalado Instituto. El sacerdote que sufrió un ataque con un arma blanca al término de la Santa Misa que ofició en la Catedral Metropolitana, estuvo a punto de ser degollado y resultó con múltiples heridas y daños físicos.
Tras una larga temporada en el hospital Mocel de la Ciudad de México, fue recuperándose y aún cuando necesitaría un largo tiempo de convalecencia, fue dado de alta. No obstante hace algunos días contrajo una infección, que le ocasionó problemas del sistema digestivo, por lo que fue internado de nueva cuenta en un hospital, al punto de que de hecho tuvo que volver a ser intubado, condición en la que permaneció bastante tiempo tras el atentado.
El cuadro infeccioso provocó al padre Machorro, inflación, presión y distención de intestino hasta llegar a paralizarse. Los familiares del sacerdote, tenían presente que lo mejor era trasladarlo a la Ciudad de México, pero temían que no llegara con vida a la capital del país.
Por lo anterior era indispensable que se brindara un traslado que no demorara su llegada y permitiera que efectivamente el cambio beneficiara su cuadro, al superar las dificultades actuales recibiría atención neuronal, área dañada que mantiene su lado derecho inmóvil y que provoca que no produzca ciertas sustancias.
Con Información de SIAME.
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