La paz es la gran ausente en muchas regiones y localidades del país. Para el sacerdote católico en México ha sido una tragedia, en los últimos seis años 26 presbíteros perdieron la vida de forma violenta.
México sigue siendo un país peligroso para ejercer el ministerio sacerdotal, así lo señala el Centro Católico Multimedial a través de su informe “Evaluación del sexenio 2012-2018”.
En dicho informe, publicado el pasado 16 de diciembre, se señala que el índice de violencia contra los sacerdotes en México se ha incrementado en los últimos años.
Detalla que durante los últimos seis años han sido asesinados 26 presbíteros, dos sacerdotes se encuentran desaparecidos, y hubo cinco intentos de secuestro a clérigos, además de la explosión al interior de las oficinas de la Conferencia del Episcopado Mexicano, la madrugada del 25 de julio de 2017.
Al respecto el sacerdote Omar Sotelo, director del Centro Católico Multimedial, señaló que entre los factores que provocaron el incremento de la violencia hacia los presbíteros en México está la división de grupos criminales, la corrupción, así como una deficiente estrategia de seguridad pública.
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Omar Sotelo resaltó que en el sexenio pasado: “La paz es la gran ausente en muchas regiones y localidades del país. Para el sacerdote católico en México ha sido una tragedia, en los últimos seis años 26 presbíteros perdieron la vida de forma violenta”.
El padre Sotelo aclaró que dichos crímenes y violencia no son por un odio a los católicos o por una “persecución religiosa”, sino porque su ejercicio sacerdotal resulta incómodo para algunas personas.
“Cuando se agrede, desaparece o ejecuta a un sacerdote, se introduce un elemento de desestabilización social, dando lugar al crecimiento del temor, de la impunidad y de la violencia en diversas entidades del país”, mencionó Sotelo.
El informe también señala que los estados con mayor número de casos de violencia a los clérigos son: Ciudad de México y Guerrero con diez casos, Veracruz con ocho, Chihuahua y Michoacán con siete respectivamente.
El padre Omar Sotelo señaló que a través de estos informes “nosotros buscábamos llamar la atención de la opinión pública nacional e internacional”, pues “era una información que estaba pasando desapercibida incluso al interior de la Iglesia”.
“Aún hoy, terminando el sexenio, sigue habiendo mucho hermetismo, escepticismo por parte de algunas autoridades a nivel civil, a nivel judicial, pero también a nivel de la propia Iglesia, sobre por qué se está dando esto”, lamentó.
“Es un fenómeno que nunca antes en la historia de México había ocurrido”, añadió.
El informe completo del Centro Católico Multimedial puede ser consultado aquí
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