Ayer, se cumplió un año de los asesinatos de los sacerdotes jesuitas en México, Javier Campos Morales y Joaquín César Mora, y el guía turístico Pedro Pluma, en Cerocahui, Chihuahua, perpetrados por el criminal y narcotraficante José Noriel Portillo Gil “El Chueco”, y a un año la impunidad y la violencia contra sacerdotes no paran en México.
El asesinato de los religiosos y el guía turístico se dio cuando Pedro Pluma huía de un grupo de sicarios que lo perseguían y se refugió en la iglesia, donde se ubicaban los sacerdotes Javier Campos Morales y Joaquín César Mora. Tras el asesinato, El Chueco se llevó los cuerpos y los devolvió dos días después.
La Compañía de Jesús en México condenó los asesinatos de los sacerdotes y del guía turístico, y exigió justicia a las autoridades; sin embargo, estas no pudieron localizar a uno de los criminales más buscados y fue hasta el 23 de marzo de 2023 (nueve meses después) cuando se encontró el cadáver de El Chueco en Sinaloa.
El Chueco tenía muchos antecedentes de violencia y de aterrorizar al pueblo de Cerocahui, se conocía su modus operandi, las personas que lo rodeaban y sus nexos con el narcotráfico; pero en nueve meses, las autoridades no lograron dar con los responsables de los homicidios ni lograron la detención de El Chueco.
A un año del suceso, la Compañía de Jesús en México sigue exigiendo justicia; mientras que la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) pidió oración a los fieles con un repique de campanas en todos los templos el día de ayer a las 15 horas “como clamor por la justicia, como refrendo de nuestro compromiso para construir la paz”.
México, el país más peligroso para ser sacerdote
Tras varios asesinatos y agresiones contra sacerdotes registrados y famosos a nivel mundial por el nivel de impunidad, The Hill, medio digital de opinión de Estados Unidos, aseguró que México es el país más peligroso para ser sacerdote. Según el Centro Católico Multimedial (CMM) en las últimas tres décadas ha habido más de 70 asesinatos de religiosos.
Según el informe, de 1990 a 2022 se contabilizó el asesinato de 81 sacerdotes y religiosos, entre ellos, el padre Javier Campos Morales, el padre Joaquín César Mora, el cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo, el padre Abelardo Espinoza Aguilera, el hermano Pedro Francisco Escamilla Sánchez, entre muchos otros.
El CCM destacó que por 14 años consecutivos, México ha sido de los países más peligrosos para ser sacerdote y señaló que en los últimos tres sexenios ha habido 50 asesinatos de sacerdotes; el 10 por ciento de esos asesinatos se han cometido durante el gobierno actual de Andrés Manuel López Obrador.
De acuerdo con el informe “Situación de la Iglesia Católica ante la violencia en México”, elaborado por el Centro Católico Multimedial, en el último año ha habido alrededor de 800 extorsiones, amagos y amenazas contra sacerdotes en México, y varias veces, el crimen organizado les ha inhabilitado la circulación libre debido a retenes.
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