La tuberculosis ha acompañado al ser humano desde hace siglos; los primeros reportes mencionan su presencia en la India, hace tres mil 300 años, mientras que en China fue hace dos mil 300 años.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la tuberculosis sigue siendo una de las enfermedades infecciosas crónicas más frecuentes y mortíferas del mundo y diariamente cerca de cuatro mil pacientes fallecen por esa causa; mientras que 28 mil personas la contraen.
En el marco del Día Mundial de la Tuberculosis, 24 de marzo, Antonia Isabel Castillo Rodal, de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), aseguró que la tuberculosis es “una enfermedad antigua; sin embargo, no se ha tenido la capacidad de erradicarla”, aunque sí se ha logrado disminuir el número de casos y fallecimientos que causa.
Datos de la Secretaría de Salud de México arrojan que en 2019, la tasa de mortalidad por tuberculosis fue de 1.59 por cada cien mil habitantes y en comparación en 1990 la tasa registrada era de 7.54 por la misma cantidad de habitantes.
“De 2000 a 2020 se salvaron en el orbe 66 millones de personas con tratamiento farmacéutico”, comentó Castillo Rodal y recalcó que es un aspecto importante, el cual indica que existen los medicamentos para combatirla, pero falta educación y conciencia sobre el padecimiento.
Datos de diversas organizaciones de salud (Ssa, OMS) han señalado en diversas ocasiones que la mayor tasa de incidencia se registra en individuos que viven en hacinamiento y pobreza extrema, como son las cárceles. Además, estados que sirven para la migración a Estados Unidos, como Tamaulipas, también registran muchos casos.
“Ellos (los migrantes) explican que su deseo de cruzar la frontera norte los lleva a vivir hacinados por mucho tiempo y es ahí donde contraen la tuberculosis, una enfermedad infectocontagiosa, crónica y de fácil transmisión”, afirmó Antonia Isabel Castillo y comentó que la enfermedad daña particularmente los pulmones.
La experta recalcó que 80 por ciento de los casos son a nivel pulmonar, el resto se registra en otros tejidos como ganglios linfáticos, riñones, huesos, articulaciones, etcétera y en cualquier forma, el tratamiento es el mismo, es gratuito y puede curar hasta 99 por ciento de los casos si se sigue durante seis meses.
Finalmente, la investigadora aseguró que se puede trabajar en reducir la incidencia de la tuberculosis, pero tratar de erradicarla es difícil de pensar porque el mayor número de casos se presenta entre las “personas más desfavorecidas, con pocas vías de comunicación, menor acceso a la educación y falta de higiene, por lo que llegar a esas poblaciones es complicado, aunque no imposible”.
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