La OIT previó una recuperación del empleo este año, pero será ” lenta, desigual e incierta, a menos que los progresos iniciales se respalden con políticas de recuperación centradas en las personas”.
A pesar de que existen indicios de recuperación en los mercados laborales del mundo, aún “son frágiles y muy inciertos”, aseguró Guy Ryder, director general de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), al tiempo que destacó que “ningún país o grupo puede recuperarse por sus propios medios”.
En 2020, se perdió el 8.8 por ciento de las horas de trabajo a escala mundial, equivalentes a 255 millones de empleos de tiempo completo, cifra cuatro veces mayor a los puestos laborales que se perdieron durante la crisis financiera de 2009.
La OIT hizo notar que la pérdida de horas de trabajo obedeció a la reducción de horas que laboró el personal ocupado o a la disminución, “sin precedentes”, del nivel de ocupación que afectó a 114 millones de personas. Asimismo, resaltó que la disminución de la ocupación (81 millones de personas) constituyó, en el 71 por ciento de los casos, una salida de la fuerza de trabajo más que del desempleo.
El organismo señaló que estas pérdidas generalizadas provocaron una disminución del 8.3 por ciento de los ingresos provenientes del trabajo a escala mundial (antes de que aplicaran medidas de apoyo para garantizar los ingresos), equivalente a 3.7 billones de dólares de Estados Unidos o al 4.4 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) mundial.
A pesar de que las más recientes estimaciones de la OIT contemplan que la mayoría de los países pueden experimentar una recuperación este año, particularmente en el segundo semestre, advierte que será una “recuperación lenta, desigual e incierta, a menos que los progresos iniciales se respalden con políticas de recuperación centradas en las personas”.
Guy Ryder dijo que los países hoy se enfrentan a una disyuntiva, que por un lado presenta una de las opciones que conduce a una recuperación dispar y no sostenible, con una desigualdad e inestabilidad cada vez mayores, susceptibles de agravar la crisis. Mientras que la otra lleva a una recuperación centrada en las personas, con el fin de reconstruir mejor y promover el empleo, los ingresos y la protección social, así como los derechos de los trabajadores y el diálogo social. “Si queremos una recuperación duradera, sostenible e integradora, este es el camino que deben seguir los responsables políticos”, subrayó.
De acuerdo al Observatorio de la OIT: La COVID‑19 y el mundo del trabajo. Séptima edición, la OIT consideró en que a lo largo del año las respuestas políticas deberán conjugar la implantación del proceso de vacunación con la adopción de medidas de salud pública y fomento de la economía y del empleo.
Y comentó que los responsables de los gobiernos “tendrán que facilitar una sólida recuperación de forma generalizada que promueva el empleo, los ingresos, los derechos de los trabajadores y el diálogo social, a fin de lograr una recuperación centrada en el ser humano”.
Para lograrlo, la OIT emitió una serie de recomendaciones que desde su perspectiva ayudarían a recuperar los empleos de manera más equitativa en los países del orbe.
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