“Las mismas actividades humanas que impulsan el cambio climático y la pérdida de biodiversidad también generan riesgo de pandemia”, comentó Peter Daszak, presidente de la investigación de la Ipbes.
Expertos de un estudio realizado por la Plataforma Intergubernamental de Ciencia y Política sobre Biodiversidad y Servicios de los Ecosistemas (Ipbes) alertaron a la humanidad respecto a dejar de explotar la naturaleza, pues en ese proceso, el ser humano se podría topar con 1.7 millones de virus no descubiertos que viven en mamíferos y aves, de los cuales, 850 mil podrían infectar a los humanos.
De acuerdo con los investigadores los virus que se podrían descubrir, podrían ser mucho más letales que la actual pandemia de COVID-19 que vive el planeta. Además, los expertos recordaron que la mayoría de las enfermedades emergentes, en porcentaje equivalente a 70%, son pandemias zoonóticas, lo que quiere decir que son causadas por microbios de origen animal. Como ejemplo está la influenza y el VIH/SIDA.
“Las mismas actividades humanas que impulsan el cambio climático y la pérdida de biodiversidad también generan riesgo de pandemia a través de sus impactos en nuestro medio ambiente”, comentó Peter Daszak, presidente del proyecto, y aseguró que no hay grandes misterios detrás de la pandemia de COVID-19 o de otras pandemias modernas.
Los científicos aseguraron que el riesgo de pandemias aumenta rápidamente, pues cada año surgen más de cinco nuevas enfermedades y cualquiera de ellas podría tener el potencial de hacerse viral. Los cambios en cómo se usa la tierra, la expansión de la agricultura y el comercio, y la producción y consumo insostenible afectan la naturaleza y de acuerdo con Peter Daszak “es el camino hacia las pandemias”.
Además, el exceso en el consumo de diversos alimentos y productos ha hecho que la crianza de animales silvestres se propague, causando enfermedades como la quitridiomicosis, una enfermedad de hongos. Países como China, donde surgió el virus SARS-CoV2 por la supuesta ingesta de un animal salvaje, donde hasta antes de la pandemia de COVID-19, la cría de animales silvestres generaba 77 millones de dólares y daba empleo a 14 millones de personas.
“Nuestro enfoque se ha estancado: todavía confiamos en los intentos de contener y controlar las enfermedades después de que surgen, a través de vacunas y terapias. Podemos escapar de la era de las pandemias, pero esto requiere un enfoque mucho mayor en la prevención además de la reacción”, comentó Dasrak.
El estudio plantea estrategias globales para prevenir pandemias, que se centran en reducir el comercio de vida silvestre, el cambio en las técnicas agrícolas y otros métodos que tendrían un costo de 40 mil y 50 mil millones de dólares al año, que resulta mucho menos que los gastos de una pandemia.
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