Con el objetivo de ayudar a las personas con ciertas lesiones en la parte superior del cuerpo humano y logrando avances científicos importantes, el Instituto Politécnico Nacional, en conjunto con instituciones educativas de Italia y Francia, desarrollaron un dispositivo que permite dar rehabilitación a personas con esas lesiones.
El proyecto estuvo encabezado por Eduardo Castillo Castañeda del Centro de Investigación en Ciencia Aplicada y Tecnología Avanzada del IPN y por Med Amine Laribi, del Instituto Prime de la Universidad de Poitiers en Francia, pero también contó con la participación de especialistas de la Universidad de Calabria ubicada en Italia.
El proyecto consiste en un dispositivo de rigidez variable llamado ReHArm, que ofrecerá rehabilitación para miembros superiores como lo son brazos, antebrazos, muñecas y manos, el invento propone un modelo de rehabilitación para desarrollar mucha más fuerza, mejorar la estabilidad articular y coordinación muscular.
Según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición Continua 2022 (ENSANUT), las caídas fueron la causa más frecuente de lesiones no intencionales en México, representando el 57.6 por ciento de los casos, y aunque no se especifican las lesiones más comunes, entre las más recurrentes están fractura de brazos, hombros o muñecas.
Eduardo Castillo explicó que el dispositivo tiene un tamaño compacto, es ligero y tiene varias opciones que se pueden personalizar; además, ofrece un soporte versátil para que se amplíe la gama de ejercicios y beneficios en la rehabilitación. Además, los investigadores también crearon la tecnología ARMS, para mejores resultados.
La Arms Rehabilitation Management System consiste en ser una guía de rehabilitación interactiva y progresiva que lleva de la mano a los pacientes en una serie de ejercicios y permite que haya un seguimiento del desempeño y avances del paciente. La invención de los mexicanos y científicos italianos y franceses consta de tres partes.
“El sistema incluye dos articulaciones de rigidez variable simétricas, abrazaderas de mesa, un mecanismo de cinco barras, un pantógrafo y una carcasa para ratón, que permite la comunicación y la traducción instantánea de los movimientos del paciente a la interfaz, además de una empuñadura”, destacó Med Amine Laribi.
Finalmente, los expertos destacaron que “los ejercicios inician con movimientos básicos y aumentan su dificultad con patrones más complejos, hasta llegar a la etapa final: un laberinto aleatorio donde convergen las habilidades motoras que han sido aprendidas” y remarcaron su compromiso con el avance científico y por la salud.
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