Los trastornos depresivos y de ansiedad son padecimientos que, aunque no son muy reconocidos o se prioriza su atención, incapacitan a las personas y causan importantes daños a la salud de la población, y de acuerdo con expertos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), gran parte de los ciudadanos del mundo viven con ellos.
La directora de la Escuela Nacional de Trabajo Social de la UNAM, Carmen Casas Ratia, explicó que la salud mental es un componente esencial del bienestar integral de las personas, por lo que “su atención no puede relegarse, en particular en un contexto en el que las secuelas de la pandemia por la COVID-19 visibilizaron las carencias estructurales en esta materia”.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) en el mundo, en promedio 280 millones de personas presentaron depresión; mientras que en México la cifra es también alarmante, pues el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) explicó que cerca de 35 millones de mexicanos han tenido un episodio de depresión.
Además, según la OMS, los trastornos mentales, incluyendo la depresión, le cuestan a la economía global cerca de un billón de dólares al año, por la pérdida de productividad; pero se calcula que por cada dólar que se invierte en atender la depresión y ansiedad, hay un retorno de cuatro dólares.
Pero en México, aunque cerca de 3.6 millones de personas padecen depresión y se piensa que los desórdenes psiquiátricos se harán presentes en uno de cada tres mexicanos en su vida, en 2024, el presupuesto para salud fue de cerca de tres mil 300 millones, lo que es el 1.3 por ciento del presupuesto total para salud.
“Hoy, más que nunca, enfrentamos desafíos urgentes que demandan acciones colectivas coordinadas y efectivas”, comentó la académica de la UNAM y aseveró que la salud mental permite que las personas tomen decisiones, establezcan relaciones y contribuyan al desarrollo económico, pero es poca la atención que se da a su tratamiento y mantenimiento.
Carmen Casas Ratia explicó que cuando no se atiende adecuadamente la salud mental y los trastornos depresivos o de ansiedad, se pueden suscitar afectaciones en diversos ámbitos de la vida familiar, escolar, laboral y hasta puede ser causa de discapacidad psicosocial. “Intensificar esfuerzos para promover servicios accesibles, de atención y prevención oportuna”.
En el foro “Por un sistema de salud mental contemporáneo, integrador e incluyente con enfoque social”, también participó Nadine Gasman Zylbermann, secretaria de Salud del Gobierno de CDMX, quien recordó que, según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición de 2018 a 2021, el 14 por ciento del mundo reportó haber enfrentado un trastorno de salud mental en los últimos 12 meses.
Además, la OMS arrojó que las mujeres son quienes reportan mayores índices de depresión y ansiedad, y quienes aseguran los menores índices de satisfacción con la vida. La experta informó que “en 2020, siete de cada 10 capitalinas y capitalinos tenían necesidades de salud mental no atendidas”, por lo que los datos arrojan la necesidad del trabajo urgente y conjunto.
“El interés de las personas tomadoras de decisiones debe ser mejorar la calidad de vida, aumentar la resiliencia y la capacidad de afrontar el estrés, fortalecer las relaciones interpersonales, mejorar el rendimiento académico y laboral, así como reducir el riesgo de enfermedades mentales”, dijo en su participación Nayelli Sara Delgadillo Díaz del Centro Médico Nacional 20 de Noviembre.
Finalmente, las expertas destacaron que el foro y espacios de ese tipo son necesarios, para que México pueda tener mejores estrategias y acciones para combatir los problemas de salud mental, pues aunque no se puedan ver, son enfermedades que incapacitan y corroen a las personas.
¿Has experimentado algún episodio de depresión o ansiedad?
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