De acuerdo con Jorge Meneses Díaz, director de la maestría en Salud Pública de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP), México tiene una deuda histórica en el ámbito del derecho a la salud y agregó que si la nación atendiera problemas subyacentes, se podrían evitar consecuencias a la salud pública de la población.
“Si se atendiera la práctica de ejercicio, la buena alimentación, control en el consumo del alcohol y del tabaco, se reduciría en un 40 por ciento la prevalencia de enfermedades”, agregó Meneses Díaz y enfatizó que tampoco se puede pasar por alto que México es un país que está envejeciendo, pues hoy hay cerca de 15 millones de personas de 60 años o más, pero para 2030 pueden ser 22 millones.
El especialista en salud recalcó que es vital que México cambie el enfoque en el que traten las enfermedades a un punto preventivo, dando prioridad a la atención primaria y atendiendo al paciente como una persona, invirtiendo en educación sanitaria y promocionando la salud desde las primeras etapas de vida; además se debe eliminar la disparidad entre salud pública y privada.
Respecto a los cambios hechos por el último gobierno, Jorge Meneses comentó que al transicionar del Insabi al IMSS Bienestar, más allá de afectar la atención médica se dañó el financiamiento de ciertos padecimientos. “Seguro Popular se centraba en una lista de enfermedades que podía cubrir, mientras que el Insabi enfrentó dificultades organizativas que llevaron a su desaparición”, dijo.
“La escasez de medicamentos es un desafío importante, ya que muchos tratamientos quedan incompletos y obligan a los pacientes a gastar de su propio bolsillo”, dijo el académico. Expertos de la Asociación Mexicana de Metabolismo Óseo Mineral explicaron que la falta de atención médica y el desabasto en medicamentos causaron la muerte de 22 por ciento de los fallecidos en 2022.
Respecto a personal médico, el experto aseveró que la falta de especialistas es uno de los problemas que impactan a México y las áreas de geriatría y salud ambiental son las más austeras. “La falta de recursos en estas áreas refleja la necesidad de formar más profesionales para abordar las necesidades de una población envejecida y los desafíos ambientales que enfrenta el país”.
“La salud pública es una responsabilidad compartida que requiere la colaboración de todos los sectores de la sociedad”, dijo el especialista y afirmó que se debe aprender a diferenciar entre las causas de muerte y los motivos de consulta, pues las enfermedades infecciosas son el principal motivo de consulta, y las enfermedades cardiovasculares y el cáncer son las principales causas de muerte.
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