La mala alimentación en México genera enfermedades como diabetes e hipertensión, padecimientos que cobran la vida de más de 100 000 personas de acuerdo con el Fondo de Población de la ONU.
Cristian Morales, representante de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en México, aseguró que la obesidad cuesta al país el doble de los gastos que genera el robo de combustible de manera anual.
Durante la Cumbre de Líderes de Novo Nordisk 2019 realizada durante el mes de marzo en la Riviera Maya, México, el representante de la OMS, afirmó que la obesidad en México genera 7 800 dólares y advirtió que en caso de seguir así el país incumpliría con la agenda 2030 de la OMS, establecida por dicha organización en conjunto con la Organización Panamericana de la Salud (OPS) que tiene como prioridad promover el desarrollo sostenible y reducir en un 30% esta condición.
El robo de combustible o también llamado “huachicoleo” cuesta a México entre 3 000 y 4 000 dólares según el presidente Andrés Manuel López Obrador, mientras que los daños causados por obesidad llegan a los 7 800 dólares, lo que representa casi el doble de gasto.
Obesidad en México, peligro que no deja de crecer
La obesidad en México no es novedad ya que según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura (FAO) el 73% de los adultos mexicanos padece sobrepeso derivado de una mala alimentación.
Además, México tiene una de las peores dietas y hábitos alimenticios de todo el mundo, ya que consiste particularmente en ingerir con exceso bebidas azucaradas y comida chatarra, dejando de lado el ejercicio y llevando una vida poco activa y con escasa práctica de deportes.
Asimismo, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) informó que México ocupa el primer lugar en obesidad infantil, lo que genera problemas tanto físicos como emocionales a menores y adolescentes desde edades muy tempranas.
En cuestiones meramente físicas la obesidad genera en los niños enfermedades como diabetes, presión arterial alta, colesterol alto, problemas en el hígado y enfermedades respiratorias desde temprana edad, condenando a los menores a una vida limitada por su condición, además cuando un niño o adolescente presenta obesidad durante su crecimiento los huesos y cartílagos pueden verse afectados, ya que las placas de crecimiento, encargadas de regular el desarrollo, se deforman o no llegan a su madurez.
Y por el lado psicológico los menores que presenten obesidad tienden a ser víctimas de abusos y burlas. Lo que impacta directamente en su autoestima y a la larga genera adultos desconfiados y poco seguros de sí mismos.
En entrevista con YoInfluyo.com, Ana Arizmendi, fundadora y directora del Instituto de Psicología de la Alimentación (IPA) y maestra en nutrición clínica, aseguró que “la obesidad tiene costos altos debido a los requerimientos que generan las enfermedades que esta causa”, por ejemplo, un diabético necesita medicamentos, consultas médicas, atención de nutriólogos y en caso de no poder costear estos gastos las personas acuden a los servicios de salud pública, en el mejor de los casos.
Además la especialista señaló que “este problema se vuelve mucho más preocupante al considerar que ahora la obesidad se genera desde la infancia”. En un futuro, el resultado será una generación de adultos que requieran atención médica, medicamentos y una fuerza laboral ausente que necesite atender su salud como prioridad.
“La obesidad es factor de riesgo para el desarrollo de cáncer como el de mama, cervicouterino y de próstata… si pensamos que somos un país cada vez con mayor obesidad se espera que incremente la prevalencia de estos tipos de cáncer; generando menor calidad de vida, de capacidad productiva y ocasionando que estas personas deban ser incluidas en programas de discapacidad que le cuesten al estado y requieran servicios médicos de especialidad que tienen altos costos”, recalcó Arizmendi.
De igual manera, Ana Arizmendi indicó que un gran problema de la mala alimentación en México se debe a que las personas no saben realmente lo que comen, debido a que las etiquetas de los alimentos no tienen la información clara y completa. “Leer las etiquetas debería de ser algo sencillo, que cualquier persona lo pudiera hacer con un poco de información y actualmente es muy complicado. Esto se debe a los intereses económicos que hay entre el gobierno y la industria alimenticia”, afirmó.
Finalmente, la presidenta del IPA comentó que la primera acción que se debe tomar para disminuir este problema es “asegurar acceso a alimentación saludable y de calidad para todas las personas” y calificó este problema como derivado de la falta de “justicia social”, ya que en zonas vulnerables del país los alimentos procesados y de baja calidad llegan y con un costo menor, mientras que muchos de los productos de la canasta básica no tienen acceso a estas zonas.
Actualmente la canasta básica propuesta por el presidente Andrés Manuel López Obrador tiene 40 productos entre los que se encuentran diferentes tipos de carnes, agua purificada, vegetales, legumbres, semillas, frutas y verduras, sin embargo, según la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (Anpec) calculó que esta canasta tiene un costo de 5 000 pesos mensuales, a los que cerca de 27 millones de mexicanos no tienen acceso debido a ingresos insuficientes.
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