Datos recabados por el Laboratorio de Datos contra la Obesidad (LabDo) arrojan que en promedio, cada mexicano consume 7.8 kilogramos de botanas y frituras al año, y según la consultora Kantar al menos el 90 por ciento de los hogares consumen ese producto, que de comerse en exceso puede causar severos riesgos a la salud.
El valor de las frituras en el mercado se encontró en los 25 mil 613 millones de pesos de enero a noviembre de 2022; sin embargo, la mayoría tiene exceso de sodio, grasas, grasas trans, colorantes y calorías. Esos alimentos se encuentran entre los 13 más consumidos en América Latina, donde la obesidad tiene altos índices.
Por su parte, la consultora Kantar explicó que el 90 por ciento de las familias mexicanas compró papas fritas, durante 13 veces en el año, por razones como antojo, consentir a algún amigo o familiar o para socializar. De esas familias, el 20 por ciento consumió tres veces más papas que el resto y las compró por 33 veces en el año.
Las familias que consumen más papas son las que viven en Ciudad de México y en el norte del país, y esos hogares tienen en común a adolescentes de entre 13 y 17 años de edad. De acuerdo con la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), indicó que el sodio en las papas fritas y frituras es sumamente alto.
México regula las grasas trans
A inicios de febrero, con 472 votos, cero en contra y cero abtenciones, la Cámara de Diputados aprobó la regulación de las grasas trans en el artículo 216 BIS de la Ley General de Salud en materia de Ácidos Grasos Trans o Grasas Trans.
Las grasas trans se usan en mantecas y margarinas, para fabricar galletas, panes, papas fritas y otras botanas, y expertos en salud aseguran que el consumo alto de grasas trans puede causar en 34 por ciento la muerte por cualquier causa y 28 por ciento, el fallecimiento por cardiopatias coronarias.
La regulación establece que “los aceites, grasas comestibles, alimentos y bebidas no alcohólicas no podrán contener aceites parcialmente hidrogenados”, sustancia conocida como las grasas trans y alimentos, bebidas no alcohólicas, aceites y grasas no podrán tener más de dos partes de grasas trans de producción industrial por cada 100 partes de ácidos grasos.
“Esta medida, junto con el etiquetado frontal, reducirá la prevalencia y mortalidad cardiovascular y metabólica”, comentó el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell. Ante el hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) felicitó a México por su avance, ya que se estima que las grasas trans matan a 13 mil 153 mexicanos al año y en el mundo, las víctimas suman 500 mil.
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