El virus Mayaro, que se transmite por la picadura de mosquitos, está cobrando relevancia como una amenaza emergente para la salud pública y recientemente, científicos del Instituto Politécnico Nacional (IPN) en conjunto con la Universidad de Texas y Oxford anunciaron que trabajan en una vacuna para contrarrestar la enfermedad.
El Mayaro se relaciona con el chikungunya y causa fiebre, erupciones cutáneas y una forma debilitante de artritis crónica. Aunque su presencia históricamente se ha concentrado en zonas rurales de América del Sur y Central, la urbanización y la expansión de los mosquitos han aumentado su propagación en áreas densamente pobladas.
La enfermedad se identificó por primera vez en Trinidad en 1954 y desde entonces, se han visto casos principalmente en países como Brasil, Venezuela, Bolivia y Perú. Las infecciones suelen ser el resultado de la picadura de mosquitos que han adquirido el virus al alimentarse de animales silvestres, especialmente primates.
En el caso de México, aunque no se han registrado brotes alarmantes, si ha habido un aumento en el número de casos, debido a las condiciones climáticas, que permiten la proliferación del mosquito Aedes; por lo que las autoridades sanitarias han intensificado la vigilancia epidemiológica para prevenir su propagación.
Unen esfuerzos contra el Mayaro
Arturo Reyes Sandoval, director general del IPN, anunció su colaboración como investigador en trabajo de campo, investigación y en esfuerzos para contener a la enfermedad y crear una vacuna contra el Mayaro, los resultados del trabajo se publicaron en el artículo “Las partículas similares al virus Mayaro recombinantes inmunogénicas presentan una glicoproteína ensamblada de forma nativa”.
En el artículo, publicado en las Revistas Asociadas de Nature, además de expertos del IPN, también participaron científicos de las universidades de Oxford y Texas, la de Bonn, en Alemania; Helsinki, en Finlandia, y la Universidad de Sao Paulo, en Brasil, entre otras.
“Como el Mayaro se ha aislado de mosquitos Aedes, existe una creciente preocupación de que el primero pueda adaptarse y emerger en ciclos de transmisión urbana, a través de la amplia propagación de mosquitos en el continente americano, usando como vehículo los mosquitos Aedes, de Italia”, se lee en la publicación.
Además, aunque no hay vacunas para el Mayaro, el artículo explica que “los recientes avances en tecnología molecular han demostrado la eficacia de varias plataformas de vacunas, especialmente las partículas similares a virus (VLP), como lo demuestra la aplicación exitosa de una vacuna multivalente contra el virus del papiloma humano (VPH)”.
El informe en el que el director del IPN fungió como investigador senior, arrojaron que “la vacuna de chikunguya indujo una respuesta inmune rápida y sólida con un perfil de seguridad favorable” y fue una afirmación que respaldó la idea de que las partículas similares al Mayaro, pueden servir como posibles candidatas a vacuna.
Aunque no se llegó a la vacuna como tal para lograr reducir los casos, el experto del IPN destacó que los esfuerzos entre las instituciones educativas internacionales, acercan al humano a conocer más del virus. La enfermedad no plantea riesgos aún; sin embargo, México dio un gran paso en materia científica con la investigación.
¿Conoces algún caso de Mayaro?
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