Tener ganas de alimentarse adecuadamente no es suficiente, pues estudios han indicado que el entorno en el que las personas viven, el nivel socioeconómico, las personas con las que se relacionan y sus hábitos determinan la alimentación que tienen y con ello propician que una persona desarrolle enfermedades como obesidad o sobrepeso.
Por su parte, el Laboratorio de Datos contra la Obesidad (LabDO) explicó que el factor socioeconómico es vital para determinar la alimentación de una persona, pues según la revista The American Journal of Clinical Nutrition, las tasas de obesidad y morbilidad en sociedades industrializadas son mayores en grupos de personas en pobreza.
Los informes indican que enfermedades como la obesidad, la diabetes, las enfermedades cardiovasculares, las caries dentales, la osteoporosis, los cánceres de algunos tipos y otros padecimientos están completamente relacionados con la nutrición y dieta que llevan las personas que las desarrollan.
Según el Laboratorio, las “pocas opciones disponibles de comida saludable, factores económicos y malos hábitos alimenticios propician ambientes obesogénicos”. Los ambientes obesogénicos se caracterizan por ser entornos que propician el desarrollo de hábitos que disparan el exceso de peso.
LabDO detalló que es importante que se identifiquen los entornos que provocan que las personas sean sedentarias o que tengan ciertas conductas, para poder crear proyectos con impactos de fondo, para lograr cambios de raíz, y no sólo evitar que una persona desarrolle obesidad, sino mejorar en general su calidad de vida.
Ante ese panorama, la Universidad de Harvard indicó que es importante que se hagan estudios que involucren a la sociedad, la industria y las familias, y se implementen acciones como el garantizado a comida y bebida saludable y programas para mejorar la alimentación en las localidades.
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