De acuerdo con el Instituto Nacional de Cardiología, cuatro de cada diez mexicanos adultos tienen colesterol alto. Por lo que información recabada por el Laboratorio de Datos contra la Obesidad (LabDo) indican que las principales culpables del aumento de colesterol en la sangre son las grasas trans, que en su mayoría provienen de aceites vegetales.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) arrojó que entre enero y junio de 2022, los decesos por enfermedades del corazón fueron la primera causa de muerte en el país, registrando 105 mil 864 casos. Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió respecto a las grasas trans en aceites vegetales.
“Estas grasas proceden de aceites vegetales parcialmente hidrogenados, artificiales y de producción industrial, y se utilizan en muchos alimentos horneados, aceites para freír, alimentos fritos y grasas endurecidas”, explicó la OMS y puso como ejemplo a la margarina y al ghee vegetal, que son baratas y conservan los alimentos procesados.
Además, LabDo compartió que producir colesterol es un proceso energéticamente muy costoso para el cuerpo, pues se involucran más de 30 procesos bioquímicos y aunque el cuerpo humano necesita de esa sustancia cerosa, si esta obstruye el flujo de sangre hacia el corazón o cerebro, puede desencadenar ataques cardiacos o ser mortal.
Según la Fundación Mexicana del Corazón, hay dos partículas específicas que transportan el colesterol en la sangre, la primera que es la lipoproteína de baja densidad que se considera como el colesterol malo y es la que se puede adherir a las paredes de las arterias, y la lipoproteína de alta densidad, que lleva el colesterol al higado para que sea eliminado.
Respecto a la prevención, la Asociación Estadounidense del Corazón recomendó aminorar la ingesta de carne y recomendó cocinar con aceites vegetales líquidos como el de canola, cártamo, girasol, soja y oliva, en vez de usar grasas sólidas en la cocina, tales como la mantequilla, manteca de cerdo o manteca vegetal.
Reducir el uso del tabaco, el consumo de alimentos ultraprocesados e incorporar actividad física ayudarán a disminuir la tasa de mortalidad coronaria en México, explicó el Instituto Nacional de Salud Pública, en conjunto con la Universidad de Liverpool, el Instituto Nacional de Cardiología y la Escuela de Medicina del Tecnológico de Monterrey.
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